(06 de julio del 2020. El Venezolano).- Los restos humanos encontrados en una tumba en Texas fueron identificados este domingo. Efectivamente, corresponden a Vanessa Guillén, según confirmó la abogada de la familia, Natalie Khawam.
Guillén, de 20 años, llevaba desaparecida desde abril y fue vista por última vez en el aparcamiento de su cuartel en Fort Hood el 22 de abril, según el Comando de Investigación Criminal del Ejército de los Estados Unidos (CID). Sus restos fueron encontrados el 30 de junio.
La identificación llevó días porque el cuerpo estaba tan golpeado que no pudo ser reconocido por su familia y debió hacerse un estudio forense. “Ha sido una mañana y un fin de semana triste para nosotros”, dijo Khawam.
Días atrás, documentos judiciales revelaron nuevos detalles de la muerte de la soldado Vanessa Guillén, que fue asesinada por un compañero, que la sacó del recinto militar en una caja y la descuartizó antes de enterrarla, según confesó Cecily Ann Aguilar, pareja del presunto homicida, Aaron Robinson, de 20 años y que se suicidó cuando la policía se disponía esta semana a interrogarle después de que apareciesen restos humanos, previsiblemente de Guillén.
Ese día, el pasado 30 de junio, la policía interrogó a su pareja, quien reconoció que Robinson le dijo que había golpeado a la mujer “con un martillo varias veces” y que la joven “nunca logró salir de la base con vida”.
El cuerpo de Guillén fue desmembrado por sus asesinos, en un intento de deshacerse de todo rastro. Dos testigos, entrevistados por los investigadores el 18 de mayo, confirmaron haber visto a Robinson saliendo de la base llevando una gran “caja resistente” con ruedas y que parecía pesada.
Según el testimonio de su novia, Robinson fue a buscarla y juntos fueron a un sitio cerca del río León, donde el soldado abrió la caja y Aguilar vio en su interior a una mujer muerta, a la que posteriormente identificó como Guillén.
“Para disponer y ocultar más fácilmente el cuerpo de la mujer muerta, Robinson y Aguilar procedieron a desmembrar el cuerpo. Usaron un hacha o un hacha pequeña y un cuchillo del tipo machete. Separaron las extremidades y la cabeza”, se lee en el documento judicial en el que se resume la confesión de Aguilar, de 22 años y ex esposa de un ex soldado de Fort Hood.
Posteriormente intentaron quemar el cuerpo, pero no lo consiguieron por completo, por lo que procedieron a enterrarla en tres agujeros hechos en la tierra y los cubrieron.
El análisis del uso del teléfono de Robinson fue lo que llevó a los investigadores a identificarlo como sospechoso, al recibir uno de los últimos mensajes de texto que Vanessa envió desde su celular esa noche del 22 de abril y estar aquella noche también en la base.
Y esa misma información de su celular señala que la pareja regresó al lugar donde habrían enterrado a la joven soldado para intentar quemarla de nuevo y enterrarla en el mismo lugar, pero utilizando ahora hormigón, dijo la detenida, quien ha sido acusada de un cargo de conspiración para manipular pruebas.
Aguilar, apuntan los documentos de la Corte, colaboró con la policía para encontrar a Robinson el día en el que fueron hallados los restos, pero cuando el soldado fue interceptado por los agentes blandió una pistola y se disparó en la cabeza, matándose.
Estos documentos salieron a la luz después de que responsables de Fort Hood asegurasen de que no hay pruebas que vinculen las denuncias de acoso sexual realizadas por Guillén a sus allegados con la desaparición de la soldado. En una rueda de prensa ofrecida el jueves pasado, Damon Phelps, agente especial del CID, señaló que tras más de 300 entrevistas no hay “información creíble” de que la soldado haya sido “agredida sexualmente”.
Sin embrago, el comandante mayor, el general Scott Efflandt, señaló que los alegatos por acoso son “investigados por completo” y “tomados en cuenta muy seriamente”, pero que por ahora la investigación criminal “no ha encontrado relación” entre la desaparición y dichas acusaciones.
Con información de Infobae