(28 de julio de 2019. El Venezolano).- Por cuenta de este cronista se pueden arrechar si quieren los comunistas que asisten al Foro de Sao Paulo cuyo anfitrión es Venezuela, pero insisto en que no hay ideología más perversa, más dañina, más contraria a los intereses de los pueblos, más destructora y más negadora de la libertad y los derechos humanos elementales que el comunismo.
A él asisten los partidos comunistas que aun sobreviven, cual dinosaurios, en buena parte del continente, personeros de los pocos gobiernos de ese siniestro signo y hasta comunistas invitados de otros continentes. También , otros partidos u organizaciones con singulares nombres, pero son la misma miasma.
Y asisten, como es costumbre, chuleándose a nuestro país, varios centenares de comunistas cuyos gastos, desde traslado hasta alojamiento y estada en Caracas, con sus respectivos saraos (porque beber caña sí saben) los sufraga el comunista, corrompido y disoluto régimen de Nicolás Maduro con los dineros del pueblo venezolano que hoy vive una crisis o catástrofe humanitaria compleja que ha hecho emigrar a cerca de cinco millones de venezolanos y tiene pasando hambre y necesidades a más de una veintena de millones.
Observé y escuché a la primera vicepresidenta de la ilegal y fraudulenta asamblea constituyente (así con minúsculas), Tania Díaz, una comunista de bajo vuelo que se hizo unas plantillas con las páginas del código de ética del ejercicio del Periodismo, tratar de convencer a los venezolanos que esos malandros que vienen al Foro en Caracas traen sus gastos cubiertos, pagan sus pasajes aéreos y sus francachelas, pero con toda seguridad que nadie le creyó porque el pueblo conoce la voracidad sin límites de esta revolución de mierda a la hora de despilfarrar, quemar y regalar el dinero del petróleo que es de todos los venezolanos.
Los corruptos revolucionarios quieren hacer creer que los doscientos millones de dólares en que ha sido calculado el costo de esta zarabanda comunista no los está gastando el régimen disoluto y corrupto de Maduro, sino que cada uno de esos vividores los eroga de sus bolsillos.
Se trata de una fabulosa suma de dinero que muy puede ser utilizada, entre otras necesidades, para comprar plantas eléctricas a los hospitales del país donde se mueren los enfermos a cada mega apagón que ocurre, mejorar el servicio de agua potable en pueblos que están sedientos por la incapacidad y la ceguera del régimen, en invertir para mejorar el transporte público que prácticamente no existe ya en Venezuela porque el desastre revolucionario con su hiperinflación mantienen más de las tres cuartas partes de las unidades en cuatro bancos ante la imposibilidad de repararlas
Pasa que les da vergüenza, que al parecer aún les queda algo, que se conozca que mientras hay millones de venezolanos que mueren de hambre por falta de alimentos y de medicinas, y Venezuela ha tenido que recibir ayuda humanitaria internacional, la revolución se gasta esa grandiosa suma de dinero en un encuentro del cual nada bueno va a salir porque sus organizadores y participantes siguen convencidos que el
comunismo es la panacea y no se percatan que esa brutal ideología sólo ha dejado ruina, atraso, torturas, violaciones a derechos humanos, destrucción y muerte en los países donde ha sido impuesta. Si no lo creen, que miren los espejos de Venezuela, Cuba, Corea del Norte, para nombrar sólo esos tres.
Es el foro de la perversión comunista.