(17 de febrero del 2025. El Venezolano).- *W* *Whisky*, licor que se obtiene de la destilación de granos de algunas plantas, originario de Escocia.
Esta bebida la introdujeron en Venezuela los militares escoceses que vinieron a unirse a la lucha por la independencia. Se le atribuye al Coronel Gregorio MacGregor, fornido militar y habilidoso aventurero los negocios, enrolado en 1811 en Londres por Miranda, haber traído su abundante remesa alcohólica para consumo propio, en cada uno de los tres viajes que hizo de Inglaterra a Costa firme.
En el proceso de modernización refleja que produce un cambio de costumbres mediante el traslado de hábitos, conductas y modas de la vida europea a las élites criollas, la preferencia por el Whisky se fue imponiendo claramente con el inicio de la producción petrolera y el avance de la urbanización del país.
Las bebidas del venezolano del siglo XIX como el ron, el coñac, los vinos, licores dulces y la caña clara fueron cediendo a medida que se consolidaba una clase media con mejores ingresos. Antes de eso, una minoría pudiente que lo traía en sus viajes de Europa o lo importaba privadamente podía agasajar a sus círculos de amigos con el privilegiado licor ambarino.
Venezuela pronto estuvo entre los primeros países consumidores de Whisky del mundo. Miguel Otero Silva en un poema humorístico que publica en 1971 menciona no menos de 20 marcas que podían conseguirse en restaurantes y bares de Caracas. El consumo del escocés, como el tránsito desde el catre y la hamaca a la cama con colchón, tuvo su lenta evolución en la forma de tomarlo. Se le comenzó a servir con Coca cola, luego con soda, después con agua, finalmente sólo con hielo grande o simplemente puro como en los salones con puertas batientes de las películas de cowboys.
Entre los cambios en el modo de hacer política en Venezuela hay que registrar el proceso mediante el cual el Whisky comenzó a estar presente en conversaciones y reuniones políticas. Muchos temas y problemas se zanjaron en un restaurante, con botellas de 18 y más años de envejecimiento. Se convirtió en práctica regularmente malsana en la “discusión” de los contratos colectivos y en saltos de talanquera donde la riqueza indebida consumió ideas e ideales. En términos de la antigua topografía política el whisky pasó a ser la bebida de políticos en ejercicio de gobierno mientras que el ron o la cerveza inspiraban la política honesta y testimonial de la izquierda. Esta diferencia entre izquierda y derecha, igual que muchas otras, han ido desapareciendo del mapa.
Dicen que para la gente normal, el mejor psiquiatra es una barra: Pero sólo si la consulta dura no más de cuatro Whiskys y el caminero.
*X*
*X*, es la letra del alfabeto griego que se corresponde con la equis, vigésima sexta del abecedario español. En el lenguaje matemático es el símbolo de un dato desconocido. En la conversación ordinaria se emplea para no mencionar una cosa o persona o dejar en reserva un detalle de lo que se comunica.
En el campo de las nuevas tecnologías de la comunicación, X es una red social creada en 2023 por Elon Musk después de adquirir Twiter con préstamos bancarios por un monto de $ 13 mil millones.
El uso de X y otras redes digitales ha sustituido a las declaraciones y ruedas de prensa de dirigentes políticos, distintas organizaciones y hasta organismos del gobierno.
Ya no existe la tradicional rueda de prensa que todos los lunes ofrecían los partidos para informar de sus conclusiones.
Comunicar posiciones políticas y decisiones de gobierno a través de las redes sociales tiene varias características: En primer lugar es una comunicación fundamentalmente unilateral, cuyo contenido y extensión lo decide quien emite la información. Proporciona la comodidad de eludir preguntas de los periodistas. Impone un tipo de comunicación masiva, vertical y unidireccional.
*Xenofobia*, palabra de origen griego que alude a una reacción emocional originalmente de miedo hacia lo extraño, como lo indica su desinencia phobos, que refiere a temor y huida. Luego pasó a significar rechazo, asedio hostil, exclusión y hasta odio directo hacia los extranjeros.
En la actualidad la xenofobia es uno de los componentes de las políticas de la nueva derecha como se expresa en las decisiones de combatir los movimientos migratorios o aplicar políticas de deportación masiva como lo hace el gobierno Trump con venezolanos con alto grado de escolaridad o calificación laboral, pero que aún no tienen sus papeles en regla. El gobierno de Maduro decidió ayudar a hacer efectivas estas deportaciones arbitrarias, poniendo incluso los aviones.
*Y*
*Ya*, una de las acepciones de este término es la de indicar y exigir el momento final de una acción. En las políticas extremistas expresa la inclinación a obtener resultados inmediatos y definitivos en un solo un acto y de una forma automática que ignora los procesos y fuerzas necesarios para producir los resultados que se desean.
Ese ya imperativo expresa un voluntarismo ciego. Se convierte en política ficción cuando su anuncio del ahora si aparece constantemente sin que lo anunciado ocurra.
Un ejemplo es el empleo de consignas que sustituyen la realidad por los deseos como ocurre con la frase, de uso frecuente en este interregno, de Maduro vete ya. Arranques emocionales, sin plan ni las condiciones y medios para ser cumplidos; pero que ponen a tono la promesa demagógica con el deseo de la gente.
*Yo*, término que procede del latín ego e indica la percepción de ser uno mismo. En español es el nominativo de la primera persona en singular que identifica a quien habla, escribe o realiza una acción. Esta forma de conciencia de si mismo proporciona identidad y da sentido a la relación entre el individuo y su sociedad.
Dentro de una perspectiva psico-social es el proceso mediante el cual el niño adquiere conciencia de su identidad como realidad propia y relacional. La psicología evolutiva da cuenta de las bases biológicas y cognitivas de estos procesos de formación del yo a partir de los dos años.
La mayoría de los políticos tienen un ego hiper aumentado. Tienden a establecer una relación complicada entre el incremento de sus capacidades para ejercer poder y la sobrevaloración de su rol individual. La exacerbación del yo como proceso de acumulación de poder y vanidad, conduce a separar al dirigente político de la realidad, a suprimir el control democrático sobre sus conductas públicas y aumentar sus manifestaciones de autoritarismo. A veces, entran en delirios como los antiguos líderes fascistas.
Otra forma de insaciable fortificación del yo político es el culto a la personalidad. Al cultivar la creencia acrítica en un líder se desatan dos efectos: la sacralización y empoderamiento de ese líder y el debilitamiento, por renuncia voluntaria del derecho a pensamiento propio, de sus seguidores.
En los regímenes autocráticos, el imperio del líder único e indiscutible, por encima de todo control, conduce a la fase superior del desarrollo patológico del yo: el fanatismo enloquecido del líder por si mismo.
*Yugo*, del latín jugum que significa unir.
En las labores agrícolas la yunta es el instrumento que se usa para obligar a los bueyes a trabajar en pareja; unidos, pero atados para roturar la tierra por donde los conduzca su dueño. Emancipación es sacar fuera esa relación de poder dominante y rescatar la ley, la virtud y el honor según la letra de nuestro himno nacional.
*Yuxtaposición*, su raíz latina expresa acción de poner cerca, situar al lado o colocar juntos a dos o más cosas o elementos.
En 1844 Robert Chambers expuso una teoría sobre el origen y la evolución natural de la vida orgánica que se basó en concebir el desarrollo a partir de un nivel inicial al cual se le van agregando cambios de lo más simple a lo más complejo hasta que esa yuxtaposición genera el transito a niveles superiores. Esta teoría se trasladó, con el positivismo, a las ciencias sociales.
Hay factores yuxtapuestos a otros que determinan o condicionan su comportamiento. Un ejemplo es la explicación causal de Marx sobre la primacía, en última instancia, de lo económico sobre la vida política, jurídica, cultural e institucional.
En la revolución del conocimiento que está abriendo una nueva era histórica, el antiguo concepto de yuxtaposición es sustituido por su versión cuántica según la cual un elemento físico puede yuxtaponerse a otro a distancia, sin estar juntos. Este salto relacional no ha sido aún asimilado por las ciencias sociales o la política que fueron estructuradas por la racionalidad determinista newtoniana y el enfoque político de Maquiavelo quien sistematizó la separación nítida entre religión, ética y política. Un camino hacia una noción rígida del poder como dominación del otro, cuya superación civilizatoria aún nos desafía.
Nuestro escenario político está mostrando un grave incremento de la cultura autoritaria que se expresa dominantemente en el gobierno, pero también en sectores de la oposición que rechazan, incluso en su seno, explorar el diálogo y tejer acuerdos entre sí, pese a diferencias cuya incidencia puede limitarse.
En la actualidad dice el Presidente de la Conferencia episcopal estamos transitando de una clase de autoritarismo a un régimen autocrático cerrado. Eso significa el final del interregno en Venezuela por vía de una yuxtaposición de hechos que no cumplen las disposiciones legales.