(29 de marzo del 2021. El Venezolano).- Aparte de cualquier gestión plenipotenciaria que pudiese efectuarse en función del bien común, todo beneficio también viene por la misericordia de Dios, que jamás olvida a sus hijos, aunque las adversidades se tornen muy cuesta arriba. Tal es el caso de muchos de nuestros connacionales radicados en EEUU a causa de la crisis intolerable del régimen de Maduro, réplica del nodelo castrocomunista, impuesto, muy astutamente, por el “comandante supremo y eterno”, como panacea para aliviar los males socioeconómicos, seudosolución que manifestó mediante una insurgencia madrugona, el 4F92, otra de las fechas aciagas en nuestra vida institucional, tal y como la del asalto y/o atentado al Congreso por el general José Tadeo Monagas, el 24/1/1848.
Tras serias dificultades de toda índole, nuestra diáspora criolla en EEUU integrada por cerca de un medio millón de venezolanos, el Gobierno de Joe Biden les ha otorgado, desde el 7/3, ptotección humanitaria a quienes se postulen y permanezcan legalmente en esa nación, según altos funcionarios de su administración. el “ESTATUS de PROTECCIÓN INTEGRAL” (TPS, por sus siglas en inglés), por unos 18 meses, una forma de ayuda humanitaria que puede otorgarse cuando se considera inseguro retornar a su país originario, tal y como hoy por hoy, es el caso oprobioso de nuestra Venezuela, a manos de politicastros obcecados por el poder y sus beneficios económicos, en condiciones “extraordinarias y temporales”, traducidas en hambre y desnutrición (miseria) generalizadas, así como un influjo progresivo de grupos de irregulares, de represión y estructuras en ruinas.
Y, aunque entendemos el porqué de las sanciones, a fin de evitar la nalversación de fondos hacia objetivos condenables, drtís de considerarse que bajo un cierto monitoreo estricto, estas podrían atenuarse en virtud de las necesidades que promueve la pandemia aparte de las ya existentes antes dela emergencia sociosanitaria por la Covid-19, representada, básicamente, en deterioro de la infraestructura hispitalaria y otras instalaciones de interés social (escuelas y universidades), a lo que se ha añadido, ahora, el bloqueo del canal de Suez, que implicará quiebres en la cadena de suministro global (“commodities”, básicamente).
Momento oportuno y puntual a fin de que sir Joe Biden complemente sus sentimientos de buena voluntad hacia el pueblo venezolano sobre una consideración atenuante de las sanciones Trump, 2017.