(09 de enero del 2025. El Venezolano).- Tal y como bien hemos experimentado, desde poco antes de 2014 nuestra economía ha venido en caída libre. La hiperinflación, la crisis del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y la carestía de alimentos, aunada a la de medicamentos, han motivado la migración de unos siete millones de connacionales en busca de mejores alternativas socioeconómicas. Y, sin embargo, este jueves 9 de enero, aunque muchísimos le responsabilizan por el punto de inflexión socioeconómico y sociopolítico, condición inadmisible en la cual se halla la nación entera, se juramentará constitucionalmente, (¿?). Pero, detentante, para el primer año del ejercicio presidencial, sexenio 2025-2031. Reasume, Según el OVF, con una inflación mensual equivalente a un 14,8 por ciento; acumulada e interanual, cercana a unos 85 puntos porcentuales, una tasa oficial de cambio en unos Bs 53/US$ y una brecha cambiaria de poco más de unos BsD18, 00, que conlleva una depreciación casi sobre algo más de un 31 por ciento al cierre de 12/2024, aparte de una tasa inflacionaria en un 85 por ciento, pues suben los precios en US$; el paralelo, en unos BsD66, 00.-. Nuestra economía pierde competitividad internacional. La deuda externa es de unos US$ 162 millardos; a lo cual cabría añadir que desde hace más de unos siete años, el país se declaró en default (impago), monto que seguirá creciendo por causa de su insolvencia permanente, rayana en “maula”. Reservas internacionales, unos US$10260 millones.
El incipiente reinicio de la producción petrolera se estima en unos 1,5 millones bpd para inicios de 2025 y para el cierre de año, de unos dos millones bpd; metas que estarían sujetas a la reactivación de sanciones según la actitud política del régimen y sus adláteres.
El poder adquisitivo tan precario de un salario mínimo anclado desde 3/2022 en unos Bs 130.-, devaluables intradiario, de acuerdo con la tasa cambiaria que fije el BCV (SMS). Los ajustes a dicho monto se han pretendido sustituir mediante una asignación de bonos por una supuesta guerra económica.
Asimismo, la situación de las instalaciones médicoasistenciales ha propiciado la fuga de galenos, personal paramédico y docente de nuestras universidades y otros centros educacionales.
Otra problemática aunada a la del SEN, la constituye el suministro de agua potable a escala nacional, por falta de mantenimiento a los sistemas de bombeo, tal es el caso de la Gran Caracas, cuyo suministro se bombea desde valles del Tuy (Taguaza, Charallave y Santa Teresa del Tuy).
Y, en cuanto a restricciones, Foro Penal reporta que todavía hay cerca de unas 1794 presos políticos detenidos por el régimen de Maduro durante las protestas poselectorales, aparte de otras nueve mil permanecen arbitrariamente, con medidas restrictivas de su libertad. Críticamente, y por razones de política interna, desde el 31/7 algunas rutas aéreas de la región están bloqueadas.
