(20 de marzo de 2019. El Venezolano).- El avance hacia la libertad de Venezuela continúa su rumbo. La ruta de la transición sigue su curso, a pesar de algunas distracciones que desde el régimen han ejecutado. “Operación Libertad” que es la nueva fase en la lucha para lograr el cese de la usurpación que dé paso a un gobierno de transición y a las elecciones libres.
Desde una multitudinaria asamblea de ciudadanos en la ciudad de Valencia, el Presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, hizo el anuncio de dicho plan que no necesita mayor explicación, pues su fin último está explícito en la segunda palabra del enunciado: libertad; por cierto, libertad en todas su acepciones.
Una acción libertaria advertida a tiempo y que será protagonizada y ejecutada por el pueblo venezolano quien debe mantenerse cumplir con la tarea de estar unido, organizado y movilizado en la calle para seguir profundizando la lucha y avanzar cada día hacia el rescate de Venezuela, pues sin duda alguna, el cambio en el país es responsabilidad única de los venezolanos, tal como lo ha repetido cientos de veces el Presidente (e), aunque advierta que “todas las opciones están en la mesa”.
Esta nueva fase representa una escalada en el plan trazado, con la salvedad de que todas las líneas de presión ahora se alinean en la “Operación Libertad”, entre estas se cuentan la ayuda humanitaria, el Plan País, la protección de activos, elecciones libres y presión internacional.
Entre las prioridades de la “Operación Libertad”, resalta como prioridad la línea de presión del pueblo movilizado y que para esto debemos organizarnos, proponiendo así los Comandos de la Coalición Ayuda y Libertad. Para esta movilización es fundamental la organización, pues claro está que no se pueden lograr los objetivos si no se está organizados y coordinados en todo el territorio nacional.
Una operación que tiene como destino Miraflores, ese bastión necesario para alcanzar la libertad del país, para liberar al pueblo de la dictadura, de la corrupción, del hambre, la muerte y la miseria, y abrir paso a un país con derechos plenos, con esperanza, con comida y medicinas, sin apagones, con agua, gas y gasolina, un país sin colas y sin exclusión política, sin presos políticos ni torturados.
Ahora bien, ¿logrará Guaidó cumplir su cometido?, la respuesta es: sí lo va a lograr, pero definitivamente no depende solo de él, va más allá. Depende de lo que cada venezolano, en realidad, este dispuesto hacer y sacrificar para alcanzar esa anhelada libertad.
En una Venezuela con severas fallas del servicio eléctrico, con restricciones gubernamentales de internet, con grave censura de los medios de comunicación, en medio de persecución y acoso, pretender que una operación prospere, es un verdadero reto, y la clave está en la organización y conformación de los comandos en cada ciudad, municipio y parroquia del país
Todos tendremos una tarea, todos seremos parte de la liberación de Venezuela.