(20 de marzo del 2024. El Venezolano).- La situación de los derechos humanos en Venezuela sigue generando preocupación a nivel internacional, con nuevas denuncias de violaciones sistemáticas por parte del gobierno. En un informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, se revela una escalada en la represión contra la oposición venezolana, con un enfoque particular en el comando de campaña de María Corina Machado.
La Misión Independiente de Determinación de los Hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela ha expuesto sus hallazgos, destacando que las fuerzas de seguridad del Estado continúan cometiendo graves violaciones de los derechos humanos de manera sistemática y con total impunidad. El informe abarca el período desde septiembre del año pasado hasta la fecha actual.
En medio de estas revelaciones, María Corina Machado, líder opositora y candidata presidencial electa en las primarias, ha denunciado una «brutal represión» por parte de las autoridades contra su comando de campaña. Esta represión se ha traducido en una ola de detenciones que afectan directamente a miembros de su equipo.
La Misión de la ONU ha señalado una reactivación de la modalidad más violenta de represión por parte de las autoridades, con patrones claros de violaciones de derechos humanos dirigidos especialmente contra personas opositoras o percibidas como tales. Entre las acciones documentadas se incluyen persecuciones a defensores de derechos humanos y represalias contra aquellos que se atreven a criticar al gobierno, reportó Infobae.
El informe también destaca el papel del Ministerio Público en este contexto, señalándolo como parte integral de la maquinaria represiva del gobierno. Esta institución se utiliza para otorgar una apariencia de legalidad a la persecución de voces críticas y disidentes.
La Misión de la ONU continúa investigando el papel de la Guardia Nacional Bolivariana en violaciones graves a los derechos humanos y crímenes internacionales en la última década, con el objetivo de identificar responsabilidades individuales y establecer la cadena de mando.
Estas revelaciones se suman a una serie de eventos preocupantes que han ocurrido en Venezuela en los últimos meses. Desde la suspensión de las primarias opositoras por parte del Tribunal Supremo de Justicia hasta detenciones arbitrarias de activistas y críticos del gobierno, la situación política y de derechos humanos en el país sigue deteriorándose.
La Misión de la ONU reiteró su compromiso de llevar a cabo investigaciones independientes, a pesar de la falta de cooperación por parte de las autoridades venezolanas. La suspensión de las actividades de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU en Caracas en febrero de este año ha sido citada como un obstáculo adicional para la labor de monitoreo y documentación de violaciones.
En un contexto de represión y violencia, la comunidad internacional sigue presionando al gobierno venezolano para que respete los derechos humanos y garantice un proceso electoral libre y justo en las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, las denuncias de represión sistemática plantean serias dudas sobre la posibilidad de que estas elecciones se desarrollen en un ambiente democrático y transparente.