(15 de marzo del 2024. El Venezolano).- Los migrantes que cruzan la frontera enfrentan nuevos riesgos: quedan atrapados entre la crecida artificial del río Bravo y el cerco de navajas que el Gobierno de Texas se niega a quitar.
Estados Unidos empezó esta semana a descargar millones de metros cúbicos al río, como establece el bilateral Tratado de Distribución de Aguas internacionales. Pero, la crecida del caudal eleva los riesgos para migrantes, según documentó EFE en Ciudad Juárez, limítrofe con El Paso, Texas.
Los migrantes usan garrafones vacíos como flotadores en el río, mientras otros cargan a sus hijos en hombros con una cuerda hecha de trapos como única medida de seguridad.
Rafael Cortés, migrante de El Salvador, se detuvo a la orilla en México mientras dudaba si cruzar, pues la corriente se ve lenta, pero las autoridades locales han advertido de su peligrosidad.
“La verdad sí es peligroso cruzarse así por así. Uno corre el riesgo de deportación y todo eso», comentó el centroamericano a EFE.
Río Bravo y el cerco de Texas que agudiza el peligro
El peligro se exacerba por el cerco con alambre de púas y navajas de ahora 3 metros de altura que Texas rechaza quitar. El gobernador republicano Greg Abbott no ha cumplido una orden de la Suprema Corte de Estados Unidos de enero.
El Gobierno de México ha denunciado que esto aumenta el riesgo de que migrantes se lastimen o mueran al cruzar el río Bravo, como ocurrió el 14 de enero con una mujer mexicana y sus dos hijos que se ahogaron en Piedras Negras.
Ahora, con la crecida del río Bravo, el espacio de tierra entre el río y la alambrada de navajas se ha reducido a menos de un metro.
Una vez que atraviesan el afluente, los migrantes quedan atrapados entre la corriente y las navajas, a la espera de pasar la cerca y esquivar a la Guardia Nacional de Texas.