(11 de octubre del 2019. El Venezolano).- Muchas veces nadie se imagina qué hay detrás de una canción, casi siempre se omite el nombre de quien escribió el tema porque prevalece la figura, voz del interprete y su capacidad histriónica, estética y puesta en escena para animar en cualquier tarima y poner a vibrar a todo el público.
En el mercadeo sólo se impone el solista y se desconoce, mayoritariamente, quién es el compositor, cuyo talento es invisible, pero se siente al momento de encender la radio o ver en las redes los videos y toda esa producción que despierta el interés de niños, jóvenes, adultos y hasta en las propias mascotas que tenemos en nuestro hogar.
Maluma, por ejemplo, lanzó el tema con video clip incorporado titulado “Felices los Cuatro”. Todo un éxito en Estados Unidos y Latinoamérica rompiendo la barrera del sonido pero nunca se menciona quién compuso ese consagrado tema del colombiano.
Mario Cáceres para muchos aún es una incógnita. ¿Quién es él? ¿Dónde nació? ¿Cómo llegó a ser el compositor de afamados cantantes que están hoy en día de moda y logran reventar con innumerables view en Youtube e Instagram?.
El Angelito de Amparo lo vio nacer Cáceres, cuyo advenimiento estuvo velado por unos de los símbolos navideños de Maracaibo como lo es El Angelito de Amparo, nació el 7 de febrero de 1984 cuando vivía en la parroquia Raúl Leoni, Barrio Alberto Carnevali, muy cerca del Centro Comercial Galerías Mall sector La Limpia. Aledaño a la clínica Sagrada Familia. Allí creció. En esa urbe muy poblada del Zulia correteó. Jugó con sus panitas y vecinos. Y hasta dedicó una composición a su primer amor platónico quien fue la niña linda del barrio donde todos los muchachitos fijaban su atención.
En Cáceres se descubre que desde niño poseía un don especial para la música en toda su amplia gama. Posee una lírica que lo ha llevado al sitial y prestigio que hoy ocupa. En conversación con El Venezolano Miami confiesa que nunca sintió presión ni de su padre, el señor Mervin William Cáceres Araujo ni de su mamá Maribel Trinidad Pacheco Castillo y mucho menos de ningún miembro de su familia. Recuerda con amor y nostalgia que su abuelo le cantaba rancheras y eso le toca lo más sublime de su corazón que palpita para sentir una predilección y respeto por ese género. Su niñez, y hasta los 16 años, transitó en su barriada donde asistió a la unidad educativa “San Onofre” por la urbanización El Prado.
Entre preguntas y respuestas, Cáceres rememora a su abuelo Mario de Jesús (El Catire e’ la Bala de Bronce). Lo interpreta con sus entradas o llegadas a su nuevo hogar en Chile a donde fue a visitarlo, y como siempre mantiene su saludo con algún tema mexicano, siempre lo lleva a flor de labio y así lo tarareo para El Venezolano y en esta oportunidad fue el tema titulado “Renunciación” de Miguel Aceves Mejía: “No quiero verte llorar No quiero ver que las esperas Se metan en tu alma buena Por culpa de mi querer”. (Risas). También nos relató que Ilan Chester lo marcó mucho musicalmente y aprendió a profundizar en la música con sus interpretaciones en esas baladas románticas, POP Latino, Rock y música latina. Confirmó las fuertes influencias de los boleros, salsa, Rubén Blades, Oscar D’Leon, Dimensión Latina.
A los 13 años nunca pensó ser un Guaquito, Muchos cantantes y músicos zulianos y de otras localidades sueñan con formar parte de Guaco. Le preguntamos si entre sus aspiraciones estaba ser un Guaquito. Era esa época de sus 14 años. Nos respondió que no tuvo esa inclinación ni sueño por estar dentro de esa Super Banda. Durante esos tiempos no se inclinó en formar parte de Guaco. Recientemente leyó en Miami un mural que dice: La única responsabilidad de un artista es entender el tiempo en el que está viviendo. Eso lo marcó y piensa que Guaco lo ha hecho de manera excepcional. Guaco ha mutado, pero no ha perdido su esencia.
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