(07 de junio del 2025. El Venezolano).- De los pisos de lujo del centro de la capital española a las parcelas con jardín de La Moraleja. En los últimos años, el comprador latino también ha puesto su billetera en la exclusiva urbanización de Alcobendas, conocida desde hace décadas por dar cobijo a famosos y grandes personalidades.
Nota completa de El Español
Distintas fuentes inmobiliarias coinciden: la ubicación -a pocos minutos del aeropuerto en coche-, las parcelas con «amplios jardines» y las opciones para hacer una vida en familia son las ‘bondades’ que atraen a los latinos adinerados a La Moraleja.
«Es habitual comer en cualquier restaurante de la zona y tener varias mesas de latinoamericanos al lado», asegura Sergio Suárez, socio director de Suma Inmobiliaria. La llegada de este tipo de cliente se acentuó por la pandemia: «Se dieron cuenta de la importancia de tener un espacio exterior».
La Moraleja se proyectó en los años 40 en un bosque de encinas. El núcleo residencial reúne a más de un millar de chalés unifamiliares y cientos de viviendas adosadas. Se encuentra junto a la A-1 y pegada a otras dos urbanizaciones: El Soto y El Encinar de los Reyes.
Inmobiliarias que trabajan sobre el terreno destacan que, además de la ubicación o el tamaño de las fincas, La Moraleja es segura, tiene una amplia oferta de servicios, deporte, el Real Club de Golf… y un largo catálogo de colegios.
«Lo que más tira es que toda la vida de la familia se pueda hacer en el entorno», subraya Gonzalo López-van Dam, CEO de Promora, la «primera inmobiliaria» fundada en la famosa urbanización de lujo. Además de lo que ya tiene dentro, La Moraleja «está rodeada de todo tipo de facilidades de ocio en el perímetro inmediato».
«Privacidad» y vida en familia
«En la mayoría de los casos -añade Sergio Suárez- buscan casas independientes grandes y con amplios jardines que salvaguarden su privacidad y donde poder disfrutar en familia y realizar sus eventos sociales».
Ana White subraya el «factor fundamental» de las posibilidades que ofrece La Moraleja para familias con niños, además de la conexión con Barajas y el nivel de las viviendas. La experta, eso sí, indica que, en el último año, también se está viendo a británicos y estadounidenses interesados en la urbanización madrileña.
Precisamente, Knight Frank acaba de presentar su 19ª edición de ‘The Wealth Report’, su guía global sobre los mercados inmobiliarios de alto standing. Una de las observaciones de la consultora inmobiliaria es que el comprador latinoamericano de viviendas ‘prime’ en Madrid representó en 2024 el 26% del total, frente al 23% de 2023.
Respecto a los estadounidenses, han pasado de prácticamente no existir a suponer el 8% del total de compradores de este segmento.
En La Moraleja, la directora del área Premium Properties de Knight Frank asegura que, al igual que en la capital, también se están rehabilitando viviendas o tirándose para construir casas ‘prime’ nuevas. «La oferta ha evolucionado para bien… Es muy sofisticada y la demanda se ha educado en esa sofisticación», agrega.
«Operaciones récord»
Respecto a los precios, White indica que en urbanización «ya sí que hay un mercado por encima de los 10 millones de euros» por hogar.
«Desde 2014 levemente y poco a poco, [los compradores latinos] se van dando cuenta de las propiedades que tiene La Moraleja por el mismo precio de un piso en el barrio de Salamanca: parcelas de 2.500 metros con jardín, una calidad estupenda, los colegios…», insiste López-van Dam.
«El cliente latinoamericano aterriza en el centro de Madrid y, una vez ha vivido ahí, va a zonas de las afueras como La Moraleja», apunta Ana White, directora del área Premium Properties de Knight Frank España.
La llegada de grandes patrimonios latinoamericanos a Madrid ha dependido en este siglo de la situación política y económica de sus países de origen. En la capital, fueron las promotoras venezolanas las que abrieron el camino hace más de una década y comenzaron a atraer a la clientela más pudiente.
Las tres firmas consultadas coinciden en que, en el caso de La Moraleja, el desembarco de estos vecinos no se ha producido exclusivamente en el último año. Viene de años más atrás.
Desde Promora sitúan «cierta afluencia» de estos compradores hace algo más de una década, pero a un ritmo más bajo al del barrio de Salamanca, «donde aterrizaban todos». La crisis financiera de hace tres lustros empujó a compradores venezolanos.
Después, el incremento de propietarios latinos creció «de forma normal». Pero «todo lo relacionado con el aire libre se multiplica con el Covid».
Sergio Suárez, de Suma Inmobiliaria, también detectó el interés por La Moraleja de latinoamericanos que ya estaban afincados en la capital: «Después del encierro que sufrimos, se dieron cuenta de la importancia de tener espacio exterior».
«Poco a poco fueron viniendo venezolanos, mexicanos y en los últimos dos años se ha incrementado el interés también por parte de argentinos, colombianos y peruanos», precisa.