(18 de enero del 2021. El Venezolano).- La maldición de Donald Trump se cierne sobre su hija favorita y su yerno. Ivanka y Jared Kushner, a punto de abandonar Washington, tienen cada vez más difícil afrontar un futuro en el que no sean marcados como parias. Tras ser repudiados públicamente por parte de su familia y amigos tras el asalto al Capitolio de los extremistas seguidores de su padre, ahora se suma otra complicación: en Miami, donde iban a recalar tras comprobar que el regreso al Manhattan que conocían iba a ser imposible, parte de sus futuros vecinos tampoco quieren saber nada de ellos.
Ivanka y Jared se gastaron unos 25 millones de euros en comprarle una propiedad a Julio Iglesias en Indian Creek, el «refugio de los milmillonarios». Pero eso fue hace un mes, antes de que el presidente protagonizara los últimos episodios de su legislatura dejando atónito al resto del país. Desde entonces, hasta los viejos aliados del clan les han dado la espalda en público, y ahora la pareja sufre las consecuencias. Page Six, el medio que dio la exclusiva de la compra, informa ahora de que a Javanka (el apodo de la pareja) la llave de su nueva propiedad no les dará acceso al club social donde el resto de propietarios alternan entre sí. Una fuente conocedora de los entresijos del Indian Creek Country Club ha dicho al medio que «no hace falta» que Ivanka y Jared presenten su candidatura al club. Porque va a ser rechazada igual.
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La pertenencia al selecto club tiene que ser valorada entre el resto de miembros (entre los que se cuentan el propio Julio, o la pareja formada por la estrella deportiva Tom Brady y la supermodelo Gisele Bündchen), y basta con que sólo un miembro presente objeciones para que la candidatura sea desestimada. El runrún en Indian Creek es que la pareja no sería bien recibida, y los vecinos prefieren que “Jared e Ivanka se vayan a almorzar con sus colegas ‘patriotas’ en Mar-a-Lago», el complejo que sirve de base de operaciones a la familia Trump en Miami… A 100 kilómetros de la nueva casa de Ivanka Trump.
Los miembros del club «son muy selectivos», según las fuentes locales, y «lo que se comenta es que no serviría de nada que los Javanka intenten apuntarse». El club es tan exclusivo que sólo cuenta con 300 miembros, con acceso a las instalaciones, que incluyen restauración, club social, un campo de golf (aunque de hoyos Mar-a-Lago va servido), y una cuota de alta de 125.000 euros. Aún así, Ivanka Trump y su marido tienen tiempo para darle la vuelta a la situación: son varios los vecinos con simpatías republicanas que ya han invitado a sus veladas privadas a la pareja, y la futura residencia todavía tardará al menos dos años en estar terminada. Un período de tiempo en el que la pareja podrá instalarse en la residencia de Mar-a-Lago, que Ivanka calificó en su juventud como «el paraíso en la Tierra» y donde ha pasado buena parte de su vida. En parte, todo depende también de qué futuro elijan Donald y Melania Trump tras abandonar la Casa Blanca el día 19, antes de la inauguración de Joe Biden, y cuando empiecen a celebrarse las nuevas sesiones del segundo impeachment, que busca inhabilitar el futuro político del todavía presidente.
Con información de Revista Vanitif
