(26 de agosto del 20222. El Venezolano).- Sugiere dos hitos conexos, abrumadores de la dinámica mundial, extrapolados a toda labor humana por los hechos recientes y reiterados. Por una parte, el conflicto ruso-ucraniano que socava a los mercados alimentario e industrial, a escala planetaria; al otro lado, los temores sobre demanda tras datos económicos frustrantes de China, el mayor importador de crudo del mundo, retoman las reservas sobre una recesión mundial, lo cual hace bajar los precios del petróleo. Pues, además de los temores a una posible recesesión en EEUU, que afectaría a la demanda de crudo ya que peristen los problemas de suministro y débiles tendencias de la demanda. No obstante, la incertidumbre energética dispara la demanda de combustibles fósiles. Pues, la invasión rusa a Ucrania y la pandemia que aún asedia, han provocado inquietudes sobre la seguridad energética global. Paradójicamente, tal incertitud augura un bum económico de gas y petróleo para EEUU.
Escrito por Isaías A. Márquez Díaz
Desde 2021 por la crisis de la COVID-19 ha surgido una inseguridad crítica en la geopolítica de la energía, agudizada, ahora, por la tensión en Europa occidental, proclive a radicalizarse porque Putin ofrece todo armamento, contra EEUU, a Latinoamérica, Asia y África para la defensa del mundo multipolar, bajo la filosofía Vegesiana, absurda,“si vis pacem, para bellum”.
Es un titubeo que conlleva un estado general de obsesión en el futuro económico mundial. La inflación, las tasas de interés tan altas, el impacto de la guerra en Ucrania; el aumento en los precios de la energía, el vaivén en los precios del petróleo y los diversos desafíos a nivel socioeconómico, aúnan entre los factores que propician la inseguridad y la inquietud de las naciones ante un potencial futuro económico por la cercanía, quizá, a una recesión mundial; si ¿EEUU entrará o no en recesión tras el verano? Y ¿Qué podría pasar con Alemania, el motor económico de Europa si no recibe gas y petróleo rusos? Ante tales enigmas, la crisis del gas ha provocado una fiebre del carbón en Berlín.
Y, sobre Latinoamérica, ¿cómo incidiría en esta?, donde ya reina una inflación alta y descenso de las monedas locales por la dolarización, tal y como es el caso nuestro, así como en los países de mercados emergentes, Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile, según Dow Jones, algunos de ellos donde hay o se han realizado elecciones, recientemente.
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