(1 de noviembre del 2019. El Venezolano).- El Grupo de Contacto Internacional (GCI) recordó este viernes que el “status quo” en Venezuela “no es una opción, ya que los costos para la población de la continua erosión de la democracia y el estado de derecho, la represión política, las violaciones de los derechos humanos y las malas condiciones de vida, así como el impacto sin precedentes en la región son insostenibles”.
“El GCI reafirma que solo una transición negociada que conduzca a elecciones presidenciales creíbles con observación internacional, la reinstitucionalización de los poderes públicos y las garantías que permitan la coexistencia política pueden brindar una solución duradera”, señalan en un comunicado.
Asimismo, exhorta a los actores venezolanos a poner el interés de la nación por encima de otras consideraciones y “volver a una negociación creíble, representativa y seria sobre la base de la agenda original y las últimas propuestas presentadas bajo facilitación noruega. La crisis sistémica no se resolverá sin elecciones democráticas, el respeto de los derechos de la Asamblea Nacional y el regreso a un sistema independiente de controles y equilibrios”.
“Las rutas alternativas, como la ‘mesa nacional’, que incluyen algunas fuerzas políticas minoritarias, o el recurso a medios no políticos para permanecer en el poder o lograr un cambio de poder, no ofrecerán las soluciones sostenibles necesarias para superar la brecha nacional. El grupo también pide la liberación inmediata de todos los presos políticos y la restauración total de las inmunidades de los parlamentarios, de conformidad con el estado de derecho”, apuntan.
Según lo acordado por el Grupo en la última reunión ministerial, el asesor especial para Venezuela del Alto Representante de la UE, Enrique Iglesias, regresará a Caracas para contactar con todos los interesados nacionales relevantes.
El GIC manifestó que también continuará promoviendo activamente la construcción de una coalición internacional en torno a una ruta electoral negociada, al tiempo que subraya que la solución a la difícil situación del país solo debe ser venezolana y venezolana. La comunidad internacional tiene el deber de acompañar y apoyar las soluciones que deberían surgir de un proceso de negociación serio, respaldado por la Asamblea Nacional elegida democráticamente.
Al mismo tiempo, indican que las necesidades humanitarias del pueblo venezolano, dentro y fuera del país, “no pueden esperar una solución a la crisis política como lo subrayó recientemente la Conferencia Internacional de Solidaridad sobre la crisis de refugiados y migrantes venezolanos. El GIC sigue comprometido en sus esfuerzos para ayudar a facilitar y aumentar la entrega de asistencia humanitaria coordinada a los venezolanos necesitados”.
Con información de Sumariun