La formación del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), fue derrotado en las elecciones municipales realizadas el pasado domingo, según los resultados preliminares difundidos por Anadolu.
El bloque opositor, el Partido Popular Republicano (CHP), se impuso con el 37,74% de los votos, seguido por el AKP con el 35,50%. El CHP ganó en 36 de las 81 provincias turcas: ha logrado conservar las alcaldías de Estambul y Ankara, el motor económico del país y su capital, respectivamente.
No obstante, el bloque gobernante sigue dominando el centro del país y tuvo más éxito en zonas del sureste, devastadas por el doble terremoto de febrero del 2023, incluidas las ciudades de Kahramanmaras y Gaziantep.
«Punto de inflexión»
«El 31 de marzo no es un final, sino un punto de inflexión para nosotros. En las elecciones de los gobiernos locales, la nación turca volvió a utilizar las urnas como una oportunidad para transmitir sus mensajes a los políticos», indicó Erdogan en un discurso tras los comicios. «Independientemente de los resultados, el ganador de estas elecciones es principalmente nuestra democracia, la voluntad nacional«, agregó.
Por su parte, el líder del CHP, Ozgur Ozel, afirmó que el resultado de las elecciones «no será una derrota para nadie». «No hay ningún perdedor en esta victoria. Nuestro éxito no es una derrota para nadie, no será una derrota para nadie», exclamó. El bloque opositor obtuvo sus mejores resultados desde 1977.
Influencia de la economía
Mert Arslanalp, profesor asistente de ciencias políticas en la Universidad Bogazici de Estambul, opinó, citado por Reuters, que se trataba de la «derrota electoral más grave» de Erdogan desde que llegó al poder, en el 2002.
Entre las razones de la victoria opositora, están las tensiones económicas, en un contexto de una inflación de casi el 70% y una desaceleración del crecimiento provocada por un agresivo régimen de ajuste monetario. «La economía fue el factor decisivo«, afirmó por su parte Hakan Akbas, asesor principal del grupo Albright Stonebridge.
Además, la nueva fuerza política Nuevo Partido del Bienestar (YRP), que comparte la postura religiosa-conservadora del AKP, y adoptó una línea más dura contra Israel por la guerra en Gaza, habría minado una parte del apoyo a Erdogan.