(06 de octubre del 2022. El Venezolano).- Las políticas contra la contaminación deben ir acompañadas de una acción decidida contra el calentamiento global, para compensar la pérdida del efecto de enfriamiento de los aerosoles humanos.
Es la conclusión de un grupo de investigadores con sede en el Grupo de Procesos Climáticos de la Universidad de Oxford, que ha utilizado métodos novedosos de análisis de datos satelitales para cuantificar con mayor precisión el efecto de las emisiones de aerosoles humanos en el cambio climático. Los resultados se publican en Nature.
Las emisiones de aerosoles humanos tienen un efecto de enfriamiento en el planeta, porque pueden hacer que las nubes sean más brillantes al proporcionar núcleos de condensación adicionales en los que se forman las gotas de las nubes. Las nubes más brillantes reflejan más la luz solar que les llega, desviándola de la superficie de la tierra.
Sin embargo, actualmente no está claro qué tan grande es este efecto de enfriamiento, particularmente si el cambio de brillo de la nube no se puede ver en las imágenes de satélite. Esto podría ser cuando las emisiones son difusas, como las del tráfico de una ciudad, o cuando hay vientos que las dispersan. El efecto de enfriamiento compensa parte del efecto de calentamiento de los gases de efecto invernadero y proporciona la mayor incertidumbre en las perturbaciones humanas al sistema climático, reportó Europa Press.
HUELLAS DE BARCOS
Para investigar esto, el equipo de investigación analizó datos sobre las emisiones de los barcos como un sistema modelo para cuantificar el efecto climático de las emisiones de aerosoles humanos en general. A veces, cuando un barco pasa por debajo de una nube, sus emisiones de aerosol iluminan la nube en una línea larga, similar a una estela.
Estas llamadas huellas de barcos se han estudiado previamente, sin embargo, la gran mayoría de los barcos no dejan huellas visibles. Este fue el primer estudio que proporcionó una medida cuantitativa del impacto de las huellas invisibles de los barcos en las propiedades de las nubes y, por lo tanto, su efecto de enfriamiento.
Como resultado del estudio se apreció que las huellas de envío invisibles tuvieron un claro impacto en las propiedades de las nubes que contaminaron. Sorprendentemente, los efectos específicos fueron diferentes a los de las huellas de envío visibles.
Asimismo, las huellas de barcos invisibles mostraron un aumento menor (aproximadamente un 50% menos) en la cantidad de gotas en las nubes, pero la cantidad de agua aumentó más, en comparación con el efecto de las huellas visibles. Esto implica que para un aumento dado de gotas, el aumento de agua es mayor de lo que se pensaba, lo que equivale a un mayor efecto de enfriamiento.
Lo mismo puede ser cierto para las emisiones de aerosoles en general: las nubes pueden reaccionar a la contaminación del aire con más fuerza de lo que se pensaba anteriormente, volviéndose más brillantes y teniendo un efecto de enfriamiento más fuerte.