(21 de febrero del 2021. El Venezolano).- Todo proceso administrativo como sistema, se encuentra imbricado por una compleja red de relaciones, en el cual intervienen procesos organizacionales, políticos, ambientales y también humanos, en que las emociones y otros elementos condicionantes actúan de manera intangible, otorgando a tales sistemas una especificidad y particularidad orgánica, cuya comprensión solo es posible a través del reconocimiento del sentir y pensar de sus actores
- El desempeño de nuestro vivir debe estar acompañado de una CONDUCTA ÉTICA en nuestro hacer, la gracia de la vida que vivimos solo es posible por la interacción social desde el nacer; una ACTITUD REFLEXIVA dará cuenta de ello y cualquier desempeño que por meritorio que sea considerado por nosotros mismos y por quienes lo valoren, solo podrá ser reconocido en su justa proporción cuando se incorpore en su narrativa los hombros sobre los cuales descansamos para ampliar la mirada. La forma o manera de materializar una conducta ética es desde el sentirse agradecido de aquellas personas y de aquellos hechos en quienes reconocemos la impronta dejada en ser lo que hemos venido siendo.
- Este reconocimiento que implica el respeto hacia EL OTRO, que hace posible lo que somos y lo que nos acerca a un saber y querer saber permanente, también adquiere una dimensión temporal de presente y de futuro cuando referimos a lo que estamos haciendo y a lo que podemos hacer en perfecta armonía, y se constituye entonces en un recurrente y dinámico proceso de COLABORACIÓN; espíritu colaborativo que emerge cuando definimos PROPÓSITOS COMUNES que solo son alcanzables mediante acciones que se han definido para alcanzar esos propósitos que hemos aceptado compartirlos , dentro de unos lineamientos que nos identifican, algunos lo denominan como TRABAJO EN EQUIPO para darle mayor especificidad , y que también se manifiesta en los espacios donde transcurre nuestra experiencia de vida al sabernos parte de un universo que nos trasciende y nos incluye en un sentido común de conservación y sobre-vivencia.
- Toda organización está inmersa en MECANISMOS DE RELACIONAMIENTO internos y externos, que responden a tantas practicas como personas estén involucradas en dichas practicas, y aun cuando existan normas que tratan de homogeneizar conductas y procedimientos , el carácter de las mismas estará precedido de la condición humana de quienes ejercen esa practica relacional , de allí entonces que el ámbito de la organización, no solo da cuenta del establecimiento y cumplimiento de normas establecidas , sino que debe prevalecer una REFLEXIÓN ACTIVA (como hacemos lo que hacemos?) sobre la congruencia entre el hacer y el sentir en códigos de bien-estar con los propósitos de la organización; reflexionar sobre ello nos da la oportunidad (como me siento con lo que hago?) de transitar por una senda de un mejoramiento continuo haciendo lo que hago.
- Si tomamos en cuenta que las experiencias de vida definen el marco de nuestra capacidad y manera de relacionarnos, sabemos entonces que aquellas no tienen porque ser iguales o comunes a cada uno de nosotros y generan distintas perspectivas , constituyéndose así en distintas fuentes desde donde formulamos nuestras creencias mientras transitamos el vivir en un presente continuo cambiante (Maturana, Dixt) que se hace real en el momento de observar e incluye la escucha atenta al OTRO , con la posibilidad cierta de ampliar nuestra mirada previa, de reafirmar nuestras creencias , de modificar lo pensado o de negar lo escuchado y entonces , si actuamos con la requerida HONESTIDAD estaremos en la mejor condición para fundamentar nuestros juicios. De allí que solo cuando fundamentamos nuestros juicios dentro de un marco general aceptados por todos podremos lograr ser comprendidos y aceptadas de manera respetuosa, también hasta en las divergencias, cuando damos cuenta de las cargas emocionales que se arrastran del pasado, de las condiciones con que actuamos en el presente y de las expectativas sobre el futuro que anhelamos y en en tanto tal, no tenemos, no vivimos pero también condiciona nuestro presente.
- Entonces, en tanto humanos construimos relaciones que alineadas en nuestros marcos organizacionales quedaran caracterizadas dentro de los lineamientos estratégicos que hemos aceptados de manera expresa en las conversaciones, sentires y emociones en armoniosa congruencia con nuestra condición humana que niega toda conducta de arrogancia, desconfianza, ejercicio de fuerza o de control como imposición , del competir o de la discriminación para cumplir con la tarea y fines que conduzcan al cumplimiento de los lineamientos propuestos y aceptados de manera previa.
- Para un enfoque sobre la gerencia de procesos humanos, siguiendo a Maturana y su enfoque sobre la Biología-Cultural , “el gerente , es un coordinador de deseos, de haceres que deben ser hechos de manera seria y oportunamente, es su opción convocar a las tareas ya por vía de la obligación y la necesaria obediencia o por vía del placer de hacerlo, que tenga sentido para quien lo ejecuta. Las preguntas a responderse son: 1. ¿Qué quiere con las personas gerenciadas?. 2. ¿Qué quiere como resultado de lo que hacen las personas? 3. ¿Qué es lo que hace a una tarea una tarea bien hecha? Cuando se opera desde la obediencia, se impone la robotización del hacer, se niega la inteligencia. Cuando se opera desde el entender lo que se hace, del entender la tarea, se entiende lo que se hace y se quiere hacer lo que se hace; opera la confianza, la reflexión, el placer y hay autonomía para colaborar y no para obedecer.” (Entrevista a Maturana)
- La sociedad en general y la organización en particular se afirma en las practicas colaborativas que fortalecen el trabajo en equipo, en el trato respetuoso y dialógico , en el crecimiento de la confianza , en el reflexionar que permita dar cuenta en el hacer que vivimos , en el disfrute del placer en el hacer lo que se hace y en cuanto todo ello exige una manera y forma de relacionarnos donde surge un NOSOTROS que supera en potencia el individuo que somos, en tanto la identidad queda subsumida en el resultado de sabernos escuchados, visibilizado, respetado y de ser parte de la TOTALIDAD que hemos aceptado ser, en un operar donde los valores no son sino abstracciones de su practica cotidiana para actuar con autonomía responsable.
- Hagamos conciente que toda actuación puede ser justificada desde las realidades que cada uno se construye desde la emoción que vive y siente, desde donde cada uno valida su verdad, escuchar u observar sin enjuiciar puede abrir causes para un mejor entendimiento donde UNO y lo OTRO se hagan visibles, y con ello la confianza en la búsqueda de objetivos comunes expresamente aceptados por todos le den cause a la flexibilidad que nuestra en experiencia valida, como cuando nos damos cuenta de los cambios que de manera permanente vivimos para ser lo que estamos siendo y no necesariamente lo que fuimos.