(28 de agosto del 2023. El Venezolano).- Núñez Feijóo está convencido de encontrar los 4 diputados “buenos” que le faltan antes del primer intento de investidura, acordado para el 27 de septiembre.
Por José Antonio Medina Ibáñez
Mientras maneja esa realidad, la de los socialistas es que será una investidura fallida, convencidos en mantener los 178 votos logrados para formar la Mesa del Congreso, pero descarriados, durante el lunes 21 y martes 22 de agosto, porque Junts per Cataluña, Esquerra Republicana, EH Bildu y el Bloque Nacionalista Galego, no quisieron presentarse en el palacio de la Zarzuela para hablar con el Rey. Erre, que erre con el mismo palo.
Con esa ventaja, en puente de plata, que le reglaron los nacionalistas, y con la presión ejercida por él y Cuca Gamarra para que fuera el elegido para la investidura por la fuerza fuerza de la costumbre del más votado, pues Felipe VI le hizo el favorcito.
Sánchez se ha tomado la investidura de Feijóo como la gran oportunidad de verlo públicamente grogui el 27 con los 172 diputados que le apoyarán, muy tocado el 29 cuando tenga más Noes que Síes y, Ko cuando los sanchistas se reúnan de nuevo con sus 178 votos. No hay más diputados dónde buscar: 178 + 172 = 350.
Para el presidente en funciones los independentistas lo tienen fácil, pactar con VOX que los quiere ilegalizar, o con él, que les puede amnistiar, en el caso de Junts Per Cataluña, o terminar de constitucionalizar, en el caso de Bildu; además de darles la oportunidad de tener un grupo parlamentario y oficializar sus lenguas en el Parlamento europeo. Yo no sé, pero si fuera independentista…
La pregunta de todos es que, si Feijóo sabe que no será presidente, por qué ha dado ese paso hacia la cocina si no tiene qué comer.
Bueno, eso lo conoce él y un par de compañeros más como mucho, así que lo que queda a los especialistas y a la prensa es especular unas cuantas alternativas:
- La primera, creer que Sánchez es incapaz de repetir los 178 votos.
- La segunda, que si no logra convencer a los independentistas “buenos” para que le den su apoyo, unas nuevas elecciones no mejorarían los resultados de los socialistas, aunque está convencido de que lo peor es repetir los comicios. Por si las moscas.
- La tercera, está convencido de que logrará la mayoría absoluta (176) el 27 de septiembre, pero que en todo caso y, como mal menor, cree que sacará más Síes que Noes si se tuviese que repetir la investidura dos días después, pudiendo crear un gobierno con mayoría simple.
- La cuarta, que le mola eso de ser el centro de todas las miradas, aunque sea por 4 o 5 horas el 26, 27 y 29 de septiembre.
- La quinta, está convencido de haber logrado la cuadratura del círculo, sobre el apoyo gratis de VOX y, de que todos se lo han creído. Continúe leyendo.
- La sexta, está convencido de que VOX no bloqueará la gobernabilidad de España, como si lo está haciendo en Murcia.
- La séptima, que le quiten lo “bailao”, para que no vayan por ahí diciendo que no hizo todo lo que pudo.
La trola
En todo caso, aquello de gobernar en solitario, de que VOX le causaba intranquilidad, de que no era un buen socio para gobernar España, que sería un partido que causaría tensiones innecesarias y, que los independentistas eran filoetarras y querían romper España, son cosas del pasado, claro eso lo decía cuando las encuestas le daban 150 diputados.
Ahora lo que está de moda en el taller del gallego es que los independentistas no son tan malos como parecían, que con VOX existe una relación normal ya que entre ambos hay pactos de gobierno y que tendrán más en el futuro, además son constitucionalistas, que eso de que Abascal quiera eliminar las Comunidades Autónomas e ilegalizar partidos, lo escribió en el programa electoral de los ultras de prisa y con sueño atrasado. Suena extraño ¿no?
No se acuerda de la asesoría gratuita que le daba su amigo el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, cuando recién finalizadas las elecciones municipales, comenzó a pactar con VOX.
De la Torre le espetó que esperase a que pasaran las elecciones generales porque llegar a acuerdos con la ultraderecha restaba votos !Menudo consejo! Hazme caso y luego tiras “pa´lante” que todos son arrieros. Después dicen que uno dice.
Ahora Feijóo pregona que lo que pasa con Abascal es que la gente no lo ha observado en detalle, porque si lo hicieran se sorprenderían, que entre ambos hay una relación de admiración y respeto. Sobre los independentistas, que no son diablos que negocian sentados con una paila de agua hirviendo al lado.
En todo caso, si no salen los números los populares nada tienen que perder, salvo mantenerse refunfuñando del sanchismo cuatro años más en la oposición.
Yo, Abascal, cuando me dé sueño, trataría de tener despierto el ojo derecho, ¿o no?