(26 de mayo de 2019. El Venezolano).- ¡Vaya actitud inmoral y desconsiderada la del señor don Nicolás Maduro Moros, presidente impropio de Venezuela al anunciar, irónicamente, en medio de una crisis humanitaria generada por las aberraciones de su administración, proveniente de su antecesor, comandante eterno e inmortal por sus políticas deletéreas, cuando decide, indeliberadamente, la aprobación de la friolera de unos 60 millones de euros para “compra y fabricación de armas”, así como para “confección y diseño anual de prendas militares” que nada aportarán a superar la crisis socioeconómica que nos agobia, ni tampoco es aliciente para los padres de niños quienes están a la espera por trasplante de médula , diálisis, quimioterapia y/o estados de malnutrición más el sinnúmero de adultos mayores con montos ínfimos de pensión y sin medicinas, aparte de una infraestructura hospitalaria en ruinas y obstaculizando el ingreso de ayuda humanitaria y hasta politizando la poquísima que ha logrado ingresar.
Es una erogación que, por estéril, como todo lo que se destina a gastos militares, solo reforzará e incrementará la crisis inadmisible que flagela al pueblo venezolano, sin excepciones.
Muy loable si Maduro tuviese alguien cercano que le hiciera ver acerca de la irrelación ante semejante absurdo.
Su indiferencia ante la mirada atónita y el pensamiento inocuo de los niños, es una actitud que mal podría campararse con la de Herodes, quien aparte de infanticida y sus disfunciones hormonales, fue un administrador excelente.
Si decidiera revocar tal decisión pasaría a la historia como un presidente sensato que prefirió la salida por la puerta grande de Miraflores, ante la plañidera de los ancianos, los niños y sus padres, todos necesitados de asistencia medicohospitalaria.
Por Isaías A. Márquez Díaz.