(05 de septiembre del 2021. El Venezolano).- “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.“
Juan Pablo Duarte
Ponernos en los zapatos del otro, ubicarnos en tiempo y espacio antes de emitir opiniones o más que eso, antes de criticar a otra persona o situación es una práctica sana y demostrativa de madurez que muy pocos realizan y justamente esos quienes lanzan piedras a diestra y siniestra sin revisar las circunstancias que rodearon alguna acción, son aquellos que se dan golpes de pecho y se victimizan para justificar su testarudez y su actuación casi siempre interesada.
Quiero pedirle disculpas a mis lectores por la inmodestia de comenzar esta columna, por hablar de mi experiencia de casi nueve años en el exilio pero es necesario para poder aterrizar y coadyuvar a interpretar las actuaciones de algunos actores políticos de mi país.
Actuación que anticipadamente catalogo como nada inocente pues a estas alturas de la destrucción de nuestro país ya sabemos mucho de traidores.
Cuando salí de Venezuela el 17 de diciembre del año 2012 no existía ninguna orden de aprehensión en mi contra por parte de la justicia venezolana, ni porque los desafié y enfrenté con coraje y determinación, sin salir corriendo como un cobarde cuando me pidieron la renuncia al cargo obtenido por elección popular, a lo cual me negué.
Dí la pelea durante 10 meses y 12 días de encarnizados enfrentamientos en los medios de comunicación nacionales e internacionales, con el hoy felizmente difunto que en la quinta paila esté, Hugo Chávez, tanto fue el ataque que hasta sufrí un atentado en el que murió uno de mis guardaespaldas y uno de los sicarios, ordenado sin lugar a dudas por el narcocriminal internacional, Diosdado Cabello Rondón, ejecutor intelectual de los mandatos de su patrón, el traidor mayor. A los ocho meses en el exilio, ya habiendo fallecido el intergaláctico, recibí una llamada en la cual me proponían que regresara con tal de que no atacara a la revolución, me darían todas las garantías y me devolverían mi partido (MIGATO) que fue, como parte del castigo, el primer partido ilegalizado por Hugo Chávez en el año 2012 en toda Venezuela, la idea era que participara en todos los procesos electorales con el consabido fin de bañarse de vez en cuando de demócratas.
Nuevamente fui contactado a principio del año 2017 para que volviera con la condición de participar en las elecciones regionales. A principios de este año en curso es la tercera vez que me contactan con los mismos ofrecimientos. En las tres oportunidades mi respuesta fue clara y contundente: no lo fuí, ni voy a ser un rehén, cómplice de ese bandidaje, ni un cobarde ya que después de que me persiguieron, atentaron contra mi vida, me atropellaron y vejaron a mi familia confiscandole la finca con más de 120 años de tradición familiar, vaya a convertirme en un gran agente del narcocomunismo internacional, allí sí calificaría como un gran traidor a la patria. Como no acepté desde el primer momento, me montaron un expediente a finales del 2013 y como seguí desafiandolos a lo largo de estos años, en el 2020 me montaron dos expedientes más, siendo el último por terrorismo y traición a la patria, actuaciones por demás montadas e inventadas para demostrar su desfachatez de control del poder.
¿Cómo tendrán la conciencia aquellos dirigentes políticos perteneciente al G 4 que montaron un show cuando salieron supuestamente de «forma clandestina del país» porque el gobierno los metería presos y resulta que ahora regresaron por la puerta grande, como perro por su casa ¿sin ningún obstáculo? Y para más vaina vienen directo a hacer campaña porque son candidatos de alguna alcaldía o gobernación.
¿Es que nos vieron la cara de bolsas a todos los venezolanos que «NO» fueron picados por el veneno mortal de los grandes dividendos del polvo blanco del narcorégimen? ¿Yo quisiera saber cual es esa fórmula mágica que no los tocaron en migración del aeropuerto de Maiquetía, para ver cómo yo regreso? Hasta unos discípulos míos cayeron pa’ más vaina. Es más que evidente su desvergüenza e inmoralidad.
Quiero destacar lo noticioso de esta semana ya que los partidos políticos que integran el G 4: Acción Democrática, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, decidieron participar en la farsa electoral del 21 de noviembre. Es indiscutiblemente que este hecho viniendo del grupo de fuerza política mayoritaria del país, le confiere el reconocimiento a la ilegítima Asamblea Nacional, elegida o dicho más honestamente «asignada» el pasado mes de diciembre, en la cual el mismo G 4 llamó a NO VOTAR esgrimiendo razones que aún prevalecen. Dicha Asamblea Nacional – no reconocida por el G4- designó a los nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral y también el grupo de partidos del G 4 la catalogó como rectores ilegítimos y de repente -eso creen algunos- resulta que decidieron participar en la convocatoria hecha por los ilegítimos rectores del C.N.E y la ilegítima A.N.
Definitivamente las evidentes contradicciones los conllevó a reconocer a Nicolás Maduro como presidente y sepultar el interinato de Juan Guaidó.
La lógica nos indica que ya comenzaremos a ver las solicitudes de levantamiento de las sanciones porque Maduro ya no es narcotraficante así la DEA (Agencia Antinarcóticos de los EE.UU) tenga todas las evidencias.
Asumimos que Maduro dejó asimismo de ser asesino, a pesar de que millones de venezolanos hayamos visto la vil y cobarde masacre en vivo de El Junquito en la que murieron Óscar Pérez y su gente, el asesinado del Concejal Fernando Albán, dirigente del partido Primero Justicia, quienes hoy «le rinden memoria» dándole reconocimiento a sus asesinos. Sin olvidar al Capitán Acosta Arévalo, cruelmente torturado, los más de 157 jóvenes vilmente asesinados, o sea, los informes hechos por la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU que sirvieron de sustento ante la Corte Penal Internacional ya no son para el G 4 pruebas fehacientes para los partidos que integran esta nueva cofradía traidora de nuestra patria.
Ahora Nicolás Maduro y su camarilla heredera del castrochavismo ya no representa un peligro para la región dándole acogida y poder a los narcoguerrilleros colombianos, FARC, ELN, a los terroristas iraníes, HEZBOLA, ISIS, Talibanes, en resumen a la élite mundial del narcoterror.
En el Consejo Nacional Electoral sigue intactas sus podridas estructuras y si tienen dudas, pregunten por el famoso «mano de seda» de la sala de totalización llamado Carlos Enrique Quintero, con mucha razón y disfrutado sarcasmo, Maduro anunció, que se comerá sus cotufas sentado frente a su televisor el 21 de noviembre.
El gran ganador de esa desafortunada y poco patriótica decisión del G 4 es la mafia del CHAVISMO, Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello Rondón y el usurpador mayor, Nicolás Maduro, los llevaron a su terreno y lograron confeccionar la oposición a su medida, ahora sin lugar a dudas ante el mundo son grandes demócratas y los partidos del G 4 son los más incoherentes del planeta.
Es importante destacar que Henry Ramos Allup vocero del pronunciamiento del G 4, pidió que se les «RESPETEN» sus decisiones pero se le olvidó y no se si por su edad, que él mismo y los connotados voceros del G 4, son los autores de los epítetos de catalogar a los integrantes de la mesita, de ALACRANES, y como el pueblo es muy sabio y a través de la REDES sociales, inmediatamente los catalogaron a los del G 4 de ALACRANCITOS Y CONTRATISTAS.
A veces cuándo se forma parte de una organización se generaliza en esta oportunidad me refiero a algunas excepciones de gente honesta y honorable que a pesar de formar parte de las filas de estos partidos no están de acuerdo con esta decisión.
Desde la cárcel del exilio veo con tristeza e indignación que con ese infeliz paso dado se contribuye a agrandar la distancia y el tiempo del retorno a nuestra amada patria que tanto añoramos más de siete millones de venezolanos, la ilusión de ver a nuestros familiares, amigos, paisanos y retomar nuestras costumbres culinarias, de comernos las gustosas cachapas con queso de mano que es único en el mundo, el cochino frito y la carne asada en vara.
A los que ya se inscribieron como candidatos en esa farsa electoral del 21 de noviembre, pasarán a la historia como los personajes más oscuros que oxigenaron, lavaron la cara y reivindicaron ante el mundo, a los narcotraficantes, solicitados con recompensa por la justicia internacional, patrocinadores del narcocomunismo internacional, herederos de la hecatombe chavista.
Serán para nuestra Venezuela mucho más duros los próximos años ya que se afianza y se consolida la peor plaga que ha pisado nuestro suelo, mi aporte de denuncia contra su usurpación y destruccion seguirá sin pausa hasta mi último suspiro y lo sigo haciendo con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA
José Gregorio «El Gato» Briceño Torrealba
Twitter :@josegbricenot
Instagram: @josegbricenot2
Facebook :@josegbricenot2