(31 de diciembre del 2020. El Venezolano).- Nos hubiese agradado intitular esta nota final como “Annus Mirabilis” o
“Año de las Maravillas”, tal y como el poeta y dramaturgo inglés John
Dryden publicó en 1666, un poema extenso de su autoría, y vitoreaba que
aquel año la armada inglesa había batido a la holandesa y la ciudad de
Londres sobrevivía a un incendio fuerte; asimismo, sir Isaac Newton de
apenas unos 24 años exponía la creación del cálculo diferencial e integral e
ideaba su teoría de los colores. Y, no solo eso, sino, además, “la gravedad
extendida a la órbita lunar”, cuyas nociones iniciaron el avance de la física
durante los dos siglos siguientes; hito intelectual que dinamizaría la historia
de la ciencia y del mundo. Asmismo, En el lapso de un año publicó unos
cinco temas novedosos en los que expuso su “Teoría especial de la
Relatividad”, tan relevante en la historia de la física del siglo XX.
Infortunadamente, los impensados son factores fuera del límite de todo
mortal, y a fines de año, tenemos el balance consabido, visto desde marzo
pasado, cuando se oficializó la pandemia de Coronavirus COVID-19 con el
saldo adverso obvio y de efectos que se ampliarán, vagamente, ya que los
daños son cuantiosos y extremos.
No obstante, hay beneficios y nuevas pericias para el uso propio de la
tecnología digital.
Por otra parte, Venezuela logró la exaltación a los altares del dr José
Gregorio Hernández Cisneros, médico y franciscano seglar quien consagró
su apostolado como galeno al bienestar de los pobres; específicamente, de
las parroquias Altagracia y La Pastora de Caracas, donde residía. Asimismo,
se otorgó Nobel de Medicina a los científicos que descubrieron el virus de la
hepatitis C.
Ahora, a idear y adelantar las estrategias de rehabilitación posCovid-19.
Isaimar@gmail. com