(29 de agosto de 2019. El Venezolano).- Endy Pérez estaba acostumbrada a comenzar su día encendiendo la cocina de su pequeña casa en la ciudad de Maracay. En estos días, su rutina debe comenzar con la búsqueda de leña en su jardín o en un parque nacional cercano a su vivienda.
La escasez crónica de gas en el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo ha forzado a muchos a recurrir a los árboles como combustible, lo que según expertos podría tener consecuencias ambientales como aludes y cambios en el clima.
“No había de otra, tengo dos niños (…) había que cocinar”, dijo Pérez, un ama de casa de 39 años, de pie junto a una estufa de leña improvisada en el porche de su casa al borde de las 108.000 hectáreas del Parque Nacional Henri Pittier, el primero creado en el país en 1937 y con algunos ejemplares de unos 800 años, según expertos.
El creciente uso de la leña ha provocado alarma entre los activistas que dicen que la discusión de cuestiones ambientales a menudo se ve eclipsada por diatribas sobre la inflación descontrolada, el colapso económico y una crisis política, reseñó Reuters.
Los incendios y la construcción de humildes viviendas no autorizadas ya han deforestado alrededor del 10% del Parque Henri Pittier, un 4% de ese total en los últimos 10 años, dijo Enrique García, director de grupo ecológico Sembramos Todos que trabaja en la central Maracay, conocida por sus avenidas llenas de enormes y coloridos apamates, ceibas y samanes.
Y ahora se suma la tala de supervivencia al problema.
Hace dos semanas, Sembramos Todos denunció con fotos en su cuenta de Twitter la tala furtiva de unos 15 a 16 árboles en el Henri Pittier que “se presume (era) para obtener leña”.
No hay datos oficiales o privados sobre el impacto ambiental del mayor uso de leña, pero la ONG dijo que la recolección de madera contribuiría al aumento de temperaturas en las ciudades y dejaría más expuestos a asentamientos humildes a deslizamientos de tierras.
Las estufas de leña ahora son cada vez más comunes en Venezuela por las fallas en el suministro de gas, que obedecen a una menor producción debido a años de desinversión y corrupción en el sector estatal de hidrocarburos, según expertos.
De los 15 millones de cilindros de gas que hay en el país para 7,5 millones de hogares, apenas 20% están en condiciones y a eso se suma la falta de producción de gas, dijo el sindicalista petrolero, Iván Freites.