(27 de febrero del 2025. El Venezolano).- Vemos cómo La oferta y demanda agrícola en Venezuela enfrenta desafíos y contingencias, tales como rendimientos muy bajos por falta de espacio para la expansión de los cultivos, escasez de insumos, suministro de combustible, fallas eléctricas y financiamiento precario, lo cual, pese a las circunstancias, incluidas las de inseguridad jurídica y maquinaria obsoleta se tradujo, según Fedeagro, durante 2024 en la cobertura de algo más de un 57 por ciento de la demanda interna de alimentos en dicho año, de lo que podría deducirse que nuestros productores aun con recursos tan precarios son eficientes en su actividad o dedicación por la seguridad alimentaria nacional, que patentizan o demuestran en rendimiento que logran por hectárea cultivada. Según Odepa, la agricultura representa cerca de un cuatro por ciento del PIB nacional y emplea tan solo a poco menos de un 11 por ciento de la población nacional.
Ciertamente, pareciera que el Gobierno nacional, que tanto cacarea su compromiso por la provisión oportuna de alimentos a la población no toma decisiones efectivas para desembarazar nuestros productores de tantos factores que obstaculizan su actividad, también estratégica en materia de seguridad nacional, así como de salud pública que se manifiesta en una población niños y adultos mayores subnutridos por carestía de los productos agrícolas, aparte de un salario mínimo minimizado por efectos de una depreciación intradiaria, a tan solo apenas algo menos de unos US$2,04.