(27 de febrero del 2025. El Venezolano).- Nilo Cruz, el dramaturgo cubano galardonado con el Premio Pulitzer en 2003 por su obra “Ana en el Trópico”, es el autor de tres monólogos sobre la guerra de Afganistán reunidos por Arca Images en el espectáculo “Tres Veces Cruz”, que subirá a escena del 6 al 16 de marzo en el Roxy Studio Theater del Westchester Cultural Arts Center, en el Tropical Park de Miami.
Será la primera vez que dos de las piezas, “El Viaje de la Sombra” y “Melisma”, lleguen al público interpretadas en español. La tercera, “Farhad, o el secreto del ser”, será en inglés con traducción simultánea al castellano. Actúan Carlos Acosta Milián, Andrea Ferro y Andy Barbosa.
Los tres textos, que Cruz ha llamado “monólogos íntimos hechos públicos”, y que Arca Images califica de “ecos de guerra y fe”, fueron vistos en inglés en 2016 en el OnStage Black Box del Miami Dade County Auditorium.
Pese a su coherencia temática, el autor los concibió por separado, sin ánimo de que se presentarán como una trilogía, como podrán ser apreciados ahora en esta producción de Alexa Kuve con Arca Images, Miami Dade County Auditorium y Roxy Theatre Group.
“Journey of the Shadows”, ahora bajo el título de “El Viaje de la Sombra”, fue por encargo de una orquesta de cámara mientras él trabajaba con la compositora peruana Gabriela Lena Frank, junto a quien hizo la ópera “El último sueño de Frida y Diego”. De hecho, la inspiración para “El Viaje de la Sombra” viene del conocido “Peter and The Wolf” (Pedro y el Lobo), de Serguei Prokofiev, indica ArtburstMiami.
“Es una pieza narrada con el acompañamiento de una orquesta, que va ilustrando la acción con los sonidos de los instrumentos; la idea fue que la compositora escribiera música ilustrando los movimientos”, explica el dramaturgo. “La sombra se le escapa a un niño y va de recorrido por diferentes partes del mundo, de acuerdo con su imaginación; así juega para alejarse un poco de su realidad inmediata”.
Según el programa compartido por Arca Images, “El Viaje de la Sombra” escenifica “la inocencia de Marcelo Miguel, un niño de ocho años cuya carta a su padre, soldado en Afganistán, nos sumerge en un mundo donde la magia y la realidad danzan juntas, recordándonos el poder sanador de la imaginación infantil”.
En ausencia de una orquesta, y bajo la dirección del propio Cruz, la parte del sonido corre a cargo de las improvisaciones de dos músicos.