(18 de marzi del 2024. El Venezolano).- En que cabeza cabe que un gobierno cuerdo, sensato y preocupado por proveer a su pueblo las mínimas y esenciales condiciones y atenciones básicas para su desarrollo, vaya a destruir, desmantelar sistemáticamente a propósito, exprofeso, el sistema educativo de su país. En cada uno de sus componentes está desmontado, sin pies ni cabeza, los programas académicos, la capacitación y salarios, la infraestructura, no queda nada a salvo para cumplir lo que sin duda es uno de los principales objetivos del narcochavismo: mantener en la ignorancia a sus gobernados. De eso hemos visto demasiado, y es así como paralelamente tienen a la gente luchando por lo básico, pueblo contra pueblo peleando por comida, gasolina entre otras miserias.
Por José Gregorio Briceño Torrealba
Si miramos retrospectivamente, el sistema educativo venezolano en la revolución es el aspecto más afectado, el tiempo nos ha dado la razón a los que hemos sostenido e insistido en que es una clara política de estado para mantener a la población en el oscurantismo e ignorancia y seguirla sometiendo con el hambre y la represión. Siempre fue una oferta engañosa, cómo muchas hechas por Hugo Chávez al hacer creer a la gente en pajaritos preñados prometiendo el acceso masivo de los niños y adolescentes a la educación.
Recuerdo que la Asamblea Nacional declaró en el año 2018 la “Emergencia Humanitaria Compleja de la Educación en Venezuela” debido a la falta de apoyo estatal, bajos salarios para docentes, interferencia en los gremios, alta deserción escolar y migración de profesores, entre otros problemas.
Esta declaratoria fue ignorada por el régimen de Nicolás Maduro.
La investigación de Equilibrium Cende, señala en un estudio de 2020 que los objetivos educativos de universalización de la educación primaria y media, y la masificación del nivel universitario evidencian retrocesos.
La opacidad de los jerarcas dell narcorégimen quienes desde el año 2015 no públican estadísticas oficiales básicas de ningún tipo para no mostrar la hecatombe en números, y menos dan datos sobre cobertura escolar, presupuesto y gasto en educación, estado de la infraestructura y calidad de la educación. Además, desde 1997, el país no se somete a ninguna evaluación internacional de aprendizaje y desde hace una década, tampoco existen esas instancias a nivel nacional.
Desde hace 13 años, la capacidad del Estado para atender la demanda de educación de los venezolanos en edad escolar viene cayendo de forma casi ininterrumpida. Según los resultados de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Universidad Católica Andrés Bello (Encovi) en los últimos nueve años la cobertura educativa general de los jóvenes de 3 a 24 años pasó del 73 % al 63%. Solo en 2022, 190.000 alumnos abandonaron el sistema educativo. Recuerdo en el año 2011 los representantes del gobierno nacional, siempre me preguntaban ¿ por qué como gobernador invertía tanto en la infraestructura educativa? Con los años fue que pude entender el por qué con tanta insistencia me lo preguntaban, era realmente un cuestionamiento.
Otro de los graves problemas que enfrenta el sistema educativo es la escasez del personal docente y su cualificación. Según datos de la Federación Venezolana de Maestros, más de 120.000 docentes abandonaron el sistema educativo entre 2015 y 2022. Los bajos salarios y la migración forzada son los principales factores que explican la deserción.
Me suministraron unas estadísticas de deterioro de la infraestructura educativa en el estado Monagas de un 68 % y a nivel nacional en 78 %.
Lo que ha gastado el gobernador del estado Monagas en fiestas (Pan y circo) en tres años de gobierno lo hubiera invertido en infraestructuras educativas, ya me hubiera superado las mil aulas que construímos durante mi gestión, entre ellas, la Universidad Simón Rodríguez ( sin sede durante 33 años) dos edificios de la Universidad de Oriente, un edificio del Tecnológico de Caripito, cientos de escuelas y liceos en toda la geografía del estado Monagas son muestra real, hechos y no palabras que dan fe del trabajo que se debe hacer para proyectar resultados de un pueblo informado, culturizado, en búsqueda de desarrollo con profesionales motivados al crecimiento de sus familias y por ende del país.
La verdad es que está pandilla de mal ácidos, herederos del hoy felizmente difunto merecen el peor de los castigos, no han tenido compasión con ningún venezolano, solo les mueve e interesa su beneficio, dar rienda suelta a sus resentimientos y sus demonios, en mi consuetudinaria reflexión desde la cárcel del exilio y por más que haga catarsis mental para buscarle otra posibilidad no vislumbro otra posibilidad con estos miserables, hay que tumbarlos de cualquier forma por hundir a nuestra patria al subsuelo de la ignoracia y llenando de penurias a nuestra gente. Odian a los venezolanos, lo demuestran cada segundo, por eso y más los desenmascaró, los denuncio sin pausa y con lo único que me queda, MI PLUMA Y MI PALABRA.
José Gregorio Briceño Torrealba
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