(07 de noviembre del 2023. El Venezolano).- El anuncio de bancarrota, bajo el Capítulo 11, culmina la impresionante caída de la empresa, que alguna vez tuvo un alto vuelo y fue respaldada por SoftBank. WeWork llegó a estar valorada en unos US$ 47.000 millones en su mejor momento.
«Ahora es el momento de impulsar el futuro enfrentando agresivamente nuestros arrendamientos heredados y mejorando drásticamente nuestro balance», dijo David Tolley, CEO de WeWork, en un comunicado de prensa. «Seguimos comprometidos a invertir en nuestros productos, servicios y equipo de empleados de clase mundial para apoyar a nuestra comunidad», reseñó CNN
WeWork, que en su día fue un celebrado unicornio tecnológico que prometía revolucionar el futuro del trabajo de oficina —a través de, entre otras cosas, cerveza artesanal de libre circulación —, sufrió una «tormenta perfecta» de condiciones que llevó a la empresa a desmoronarse tras un intento fallido de salir a bolsa en 2019.
En aquel momento, la documentación de la oferta pública inicial (IPO, por sus siglas en inglés) reveló pérdidas mayores a las esperadas y posibles conflictos de intereses con el cofundador de la empresa y entonces CEO, Adam Neumann. Por su estilo de liderazgo poco ortodoxo, Neumann dio lugar a que la cultura de WeWork recibiera una amplia cobertura noticiosa y fue destituido en 2019 tras la presión de los inversores. (Cabe destacar que Neumann recibió un llamativo paracaídas dorado llamativo a su salida).
WeWork acabó saliendo a la bolsa unos dos años después con una valoración muy reducida de unos US$ 9.000 millones. Sin embargo, en 2021, el sentimiento del mercado y el fácil acceso al capital que ayudó a apuntalar gran parte del mundo de las startups antes de la pandemia había empezado a cambiar. Aunque WeWork se presentaba a sí misma como una empresa tecnológica, algunos críticos señalaron que su negocio principal no era la tecnología, sino el sector inmobiliario, al alquilar espacio en edificios de oficinas para readaptarlo y subalquilarlo a startups, trabajadores independientes y empresas grandes y pequeñas.
Incluso después de salir a la bolsa, la empresa ha tenido dificultades para recuperar su buen curso. El proveedor de espacios de trabajo flexibles se enfrentaba a un momento difícil en el sector inmobiliario comercial después de que la pandemia llevara a un aumento de las opciones híbridas y de trabajo desde casa, amenazando la propia cultura de oficina sobre la que se construyó WeWork. Mientras tanto, la mayor competencia en el espacio de coworking, las tasas de interés más altas y la incertidumbre macroeconómica también ensombrecieron los intentos de WeWork por salvarse en los últimos años.
Las acciones de la compañía se han desplomado aproximadamente un 98% sólo en 2023. En mayo, WeWork anunció una reestructuración de liderazgo con la salida de su presidente y director ejecutivo Sandeep Mathrani, un ejecutivo de bienes raíces que los inversores esperaban que salvara la empresa. David Tolley, miembro de la junta directiva de WeWork, asumió el cargo de director ejecutivo interino y fue nombrado oficialmente director ejecutivo en octubre. Mientras tanto, en agosto, la compañía dijo que tenía “dudas sustanciales” sobre su capacidad para permanecer en el negocio durante el próximo año a medida que las pérdidas y la deuda seguían aumentando.