(15 de junio del 2023. El Venezolano).- La Oficina del director de Inteligencia Nacional de EE.UU. desclasificó la semana pasada un informe, escrito en enero de 2022, que revela que las agencias de inteligencia estadounidenses compran datos personales de sus ciudadanos y de otros países y los usan para sus tareas.
Se informa que las agencias gubernamentales están aprovechando las brechas de la legislación norteamericana para adquirir los datos, rastreando a los estadounidenses sin una orden judicial. «La comunidad de inteligencia adquiere actualmente una cantidad significativa de información disponible comercialmente para fines relacionados con su misión, incluyendo en algunos casos datos de redes sociales», se afirma en el documento.
Los autores del informe señalaron que varias agencias de inteligencia tienen contratos con compañías intermediarias que venden datos. La Agencia de Inteligencia de Defensa, por ejemplo, está contratando a LexisNexis; la Marina, a una empresa llamada Sayari Analytics, que proporciona una base de datos de personas que podrían estar vinculadas a otras sancionadas; y el FBI, a la empresa de ciberseguridad ZeroFox, que vende información relacionada con las redes sociales.
Según el documento, las empresas intermediarias recopilan datos de los teléfonos, navegadores web, automóviles y otras fuentes. Esta «información disponible comercialmente» incluye datos de geolocalización, registros telefónicos, datos de salud, entre otros, y contiene «información delicada e íntima» sobre las personas. Debido a una protección de datos deficiente y una supervisión insuficiente, esta información «puede utilizarse indebidamente para husmear en vidas privadas, arruinar reputaciones y causar angustia emocional y amenazar la seguridad de las personas», advierte el informe.
En el documento también se expresa la preocupación por si, además del Gobierno estadounidense, los ejecutivos de otros países, así como diversas empresas nacionales y extranjeras, también tienen acceso a los datos.
El senador demócrata Ron Wyden, que propuso publicar el informe, indicó que la situación con la venta de datos muestra que EE.UU. necesita mejorar la protección de la privacidad digital de sus ciudadanos. «El Congreso debe aprobar una legislación que ponga barreras a las compras del Gobierno, que ponga freno a las empresas privadas que recopilan y venden estos datos, y que mantenga la información personal de los estadounidenses fuera del alcance de nuestros adversarios», destacó Wyden.