(21 de enero del 2022. El Venezolano).- Pese a la incredulidad de muchos, Venezuela ha logrado duplicar su producción de crudo en los últimos meses, gracias a Irán y a otros actores que le ayudan a evadir las sanciones de Estados Unidos, pero el país ya está muy cerca de su capacidad máxima de producción y es dudoso que logre incrementarla mucho más, dijeron analistas.
Fuentes de la industria petrolera confirmaron a el Nuevo Herald que la producción de crudo venezolano alcanzó un promedio estimado de 900,000 barriles por día, o bpd, en diciembre y podría ubicarse en los 850,000 bpd en enero, gracias principalmente por los envíos regulares de diluyentes provenientes de Irán que le ha permitido al país compensar las deficiencias de la producción nacional. Esos diluyentes, normalmente el derivado de petróleo conocido como nafta, es esencial para reducir la viscosidad del crudo del super-pesado crudo venezolano.
Las nuevas cifras de producción, que contrastan con los 450,000 bpd que eran producidos a inicios del año pasado, disipan las dudas en torno al anuncio formulado semanas atrás por el gobernante Nicolás Maduro de que la producción del país ya estaba en un millón de barriles diarios. Aunque ese nivel constituye una leve exageración sobre los números reales, la realidad es que el régimen de Caracas está actualmente disfrutando de una significativa mejora en sus ingresos petroleros, dijeron los expertos.
“Efectivamente, ellos han aumentado la producción y hay varios elementos que así lo indican”, comentó Juan Fernández, ex director Ejecutivo de Planificación de la estatal Petróleos de Venezuela, PDVSA. “Gran parte de ello se debe a que han estado recibiendo el diluyente iraní y eso va directamente a la producción en la faja”.
Ese incremento aunado a la pronunciada alza de los precios del petróleo está brindando significativos ingresos adicionales que el régimen antes no tenía y está coincidiendo en los pronósticos de que Venezuela está por registrar su primer incremento del Producto Interno Bruto en seis años, agregó Fernández.
La producción de crudo ha estado disminuyendo gradualmente desde el nivel de 3.2 millones de barriles diarios que Venezuela generaba cuando el fallecido presidente Hugo Chávez llegó al poder en 1999. Para cuando Maduro asumió la presidencia en el 2013, la producción se encontraba en 2.5 millones bpd y la falta de inversiones en el sector había reducido el nivel a un promedio de 1.34 millones bpd para el 2018.
La producción cayó por debajo del millón de barriles diarios luego que Estados Unidos sancionara a PDVSA en enero del 2019. El suministro iraní, que es enviado a través de mecanismos opacos para esquivar las consecuencias de evadir las sanciones estadounidenses, son esenciales para poder producir el crudo de la Faja del Orinoco, el cual requiere ser diluido para ser colocado en los mercados.
El gobierno de Estados Unidos inicio una campaña de sanciones contra el régimen de Maduro durante la administración de Donald Trump aplicada contra altos funcionarios involucrados en corrupción, narcotráfico y el desmantelamiento del sistema democrático.