(02 de junio del 2019. El Venezolano). Hay una frase que dijo el intergaláctico supremo, cuyos restos yacen quién sabe dónde, la cual hoy en día podemos decir cómo muchas de su autoría, que es una frase fatídica: «ser rico es malo».
Nuestra realidad está lastimosamente patentada por esas palabras ya que un país descomunalmente rico como el nuestro, como pocos en la faz de la tierra, con riquezas de todo tipo, yacimientos minerales cuya cuantificación excede cualquier proyección por más exacta que parezca, se ha convertido en el territorio más apetecido por cuánto ratero, pirata, resentido, terrorista y asaltante de caminos ha habido desde siempre, pero en los últimos 20 años se juntaron el hambre con las ganas de comer y llegaron al poder en Venezuela unos Judas de peor calaña, abiertos a negociar hasta el último milímetro de nuestra patria y permitir la invasión a nuestro territorio, una alianza de hampones con criminales. El desfalco de nuestros tesoros es igualmente incalculable y descomunal, un robo sin precedentes. Definitivamente nos ha costado muy caro ser ricos.
Sin embargo, con mucho esfuerzo, el trabajo de todos quienes regresaremos a levantar nuestra tierra y en manos de cientos de expertos en el área económica podemos recuperar la productividad y así poder actualizar los años de retroceso y avanzar hasta alcanzar niveles ideales de empuje productivo para cubrir nuestras necesidades. Pero el daño que se ha hecho con la entrega de nuestra soberanía es estremecedor, es una situación muy complicada de la cual debemos tomar conciencia por su trascendencia social. Justamente en estas últimas semanas muchos investigadores y estudiosos de la realidad venezolana han planteado la verdadera calificación que hay que darle a la debacle venezolana.
Douglas Farah, investigador de la Universidad de Defensa Nacional en EEUU y Caitlyn Yates, por su parte Lech Wałęsa, político polaco, antiguo sindicalista y activista de los derechos humanos y el político boliviano Carlos Sánchez Berzaín coinciden en que bajo la máscara de la izquierda y el proyecto socialista lo que hay en Venezuela es una Organización Criminal Transnacional. «Es una estructura única, con participación directa del estado que actúa de forma criminal y opera a través de esferas económicas y grupos policiales» , esta conclusión nos da mucha más fuerza para solicitar toda la ayuda que sea posible de los aliados internacionales. Es realmente una definición que nos acerca al entendimiento de lo que realmente sucede en Venezuela, hay que divulgarlo.
Por esto, en los desechos de nuestra patria lo único próspero y eficiente es la red de distribución de droga y las tramas de grupos terroristas de América, Europa y Asia comandada por el peor de los bandidos, el capo Diosdado Cabello Rondón a través de los ministros, gobernadores, alcaldes, militares y militantes chavistas.
Es única esa organización criminal internacional llamada revolución socialista del siglo XXI, hecha a la medida de sus planes de enriquecimiento ilícito y exaltación del resentimiento izquierdoso, la que destruyó todo, pudimos ver como ejemplo las estadísticas que la producción de vehículos en el país cayó 99,9 %, dicho por el presidente ejecutivo de la Cámara Venezolana de Fabricantes de Autopartes (Favenpa), Omar Bautista, en 2019 sólo se han ensamblado 65 vehículos, 60 marca Toyota y 5 Iveco, camiones, en el mes de abril. Durante enero, febrero y marzo no hubo producción y este mes todavía no se ha cerrado, por lo que aún no tienen información de cuánto se ha podido ensamblar.
Comparativamente hace 10 años a esta fecha se ensamblaron 45 mil 500 vehículos. Al documentar con estadísticas este rosario de expropiaciones, desvalijamiento, confiscaciones de todo el aparato socio productivo del país y afinando mi preocupación en lo más preocupante a mi manera de ver, les refiero el informe anual de la Fundación Redes, (Funda Redes) quienes trabajan en defensa de los derechos humanos, así como en la organización social a favor de la democracia. Su informe muestra datos de la presencia en por lo menos diez estados de Venezuela, de grupos armados irregulares colombianos, entre ellos el Ejército de Liberación Nacional, ELN, las FARC, el Ejército Popular de Liberación, EPL y más recientemente el Colectivo de Seguridad Fronteriza.
Estos grupos terroristas criminales han reclutado a más de 15 mil jóvenes venezolanos aprovechándose de las necesidades de la diáspora para incorporarlos a actividades, como el narcotráfico, extorsión, asesinatos y todo tipo de terrorismo y lo más grave es que son jóvenes de edad escolar.
Fundaredes también ha obtenido evidencias de cómo la guerrilla del ELN ha ingresado en escuelas y liceos de los estados Zulia, Táchira, Bolívar, Apure, Barinas y Amazonas para difundir material informativo de este grupo armado, con descripciones de la filosofía de esta agrupación y donde conmina a docentes y alumnos a participar con ellos en actividades lúdicas.
Es triste y doloroso el resultado de esas estadísticas, en las cuales se evidencia que los grupos u organizaciones criminales están operando en la mitad de los Estados de Venezuela con la complicidad de las Fuerzas Armadas Nacionales que se han convertido en los verdaderos traidores a la patria de toda la historia republicana.
Coincido plenamente con la denominación y definición, que más allá de un nombre es un argumento para toma de decisiones trascendentales, no se trata de una ideología lo que estos choros defienden, nuestro suelo patrio ya no tiene representación institucional, es un estado fallido, una organización criminal terrorismo internacional como se ha concluido por los hechos y por muchas evidencias que así lo confirman. La única opción está en trabajar conjuntamente con la ruta planteada, sin negociaciones que no se alineen con el camino ya definido por el presidente (e) @jguaido.
No tengo un ápice de duda que esa organización criminal terrorista internacional, que amenaza la paz mundial y que opera desde nuestra patria, liderada por el narcoterrorista Nicolás Maduro y el capo Diosdado Cabello Rondón tiene los días contados y Venezuela será liberada, reconstruida tan rápido, que será un ejemplo para el mundo con el gran potencial humano y sus riquezas naturales. Aquí seguimos desde la cárcel del exilio sin pausa en el trabajo contra el comunismo denunciando con lo único que me queda MI PLUMA Y MI PALABRA