(24 de octubre del 2023. EL Venezolano).- Gustavo Tarre Briceño, un político venezolano de larga trayectoria en el partido COPEI, ha logrado mantenerse en un importante cargo en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), sin que se sepa a ciencia cierta a quién representa o qué hace en ese organismo. Tarre, quien fue designado por Juan Guaidó como representante del «Gobierno interino» ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 2019, anunció que su designación en la OEA había quedado sin efecto en febrero de 2023, luego de que el «Gobierno interino» se hundiera a finales de 2022. Sin embargo, Tarre sigue figurando como director ejecutivo en el BID, donde obtiene un salario de $21.000 mensuales, los cuales dan un total de $252.000 al año.
Por Luz Elizondo
Una carrera política entre dos gobiernos
Tarre fue diputado y jefe de la fracción parlamentaria de COPEI en el extinto congreso venezolano, donde ocupó cargos importantes, como el de presidente de la comisión de política interior. También fue articulista del diario El Nacional, escribiendo sobre temas políticos, mientras que su hermano, Marcos Tarre Briceño, se hizo célebre a comienzos de los años 90 por publicar novelas policiales bajo sellos editoriales y otros trabajos de similar naturaleza, también en El Nacional. Entonces se creía que las novelas policiales de Marcos Tarre Briceño eran escritas por un funcionario de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), algo que luego se demostró no era cierto.
Con mucha habilidad, Tarre se acercó al «Gobierno interino» de Juan Guaidó, luego que Guaidó se autoproclamara como «presidente interino» de Venezuela en 2019. Como Guaidó no tenía entre sus filas a políticos de vieja data, vio con muy buenos ojos el ingreso de Tarre a su círculo político y lo nombró como representante ante la OEA. El 27 de abril de 2017, la representación diplomática de Nicolás Maduro ante la OEA había entregado una carta suscrita por Nicolás Maduro formalizando el retiro de Venezuela de ese organismo.
En un comunicado enviado a los medios en febrero de 2023, Tarre aclaró que no renunció a su cargo ante la OEA, sino que su designación quedó sin efecto «el día en que entró en vigencia el Estatuto que rige la Transición», aprobado por la Asamblea Nacional venezolana opositora electa en 2015 y publicado el 3 de enero de 2023. Algunos han visto como aparentemente honesta la actitud de Tarre al haber reconocido su dimisión de la OEA. Pero la realidad parece ser otra, pues tras bastidores Tarre logró ser designado en un importante cargo ante el BID, en el que actualmente continúa.
Una gestión opaca y cuestionable
No se sabe bien cómo Tarre logró tener un puesto en el BID y ha conseguido mantenerse en ese organismo, pues ya el «Gobierno interino» de Juan Guaidó cesó sus funciones. Tarre tampoco fue designado por la Asamblea Nacional venezolana electa en 2015 controlada por la oposición, o por la Asamblea Nacional electa en 2020, controlada por el chavismo. Tampoco se conoce que Nicolás Maduro lo haya designado como representante de su gobierno ante el BID.
Sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro no se ha opuesto a la presencia de Tarre en ese cargo en el BID y, por el contrario, se asegura que el Gobierno de Maduro mantendría buenas relaciones con Tarre, al ser este el encargado de gestionar valiosos recursos para la economía y para el desarrollo de proyectos en Venezuela. El BID es una importante fuente de financiamiento de proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe.
Tampoco se sabe qué tanto ha recibido Venezuela gracias a la gestión de Tarre o qué tantos proyectos Tarre ha conseguido para que sean financiados por el BID en favor de Venezuela. En 2022 se rumoraba que Tarre jamás asistía a las reuniones periódicas del directorio del BID. Tarre parece ser uno de esos políticos que esperan, para su propio beneficio, que el Gobierno opositor parlamentario electo en 2015, que antes encabezaba Juan Guaidó y del que Tarre fue representante ante la OEA, perdure a perpetuidad y que el Gobierno de Nicolás Maduro tampoco se acabe, para así seguir sacando provecho de ambos.