(27 de marzo del 2021. El Venezolano).- Murió Horangel, uno de los astrólogos más conocidos de Argentina, a los 93 años. Horacio Germán Tirigall era también experto en física solar y pregonaba por el estudio minucioso de las influencias de los astros. Autor de numerosos libros, insistía en la importancia de la investigación y aseguraba que vivir pendiente del horóscopo le quita libertad a las personas.
Quién era Horangel
Horacio Germán Tirigall nació el 28 de diciembre de 1927 en San Isidro: decía que su signo era “el de interrogación”. Contaba que desde pequeño había sentido la vocación por este tipo de estudios, situando en sus seis años los primeros indicios de su interés por los astros y las estrellas. Era el más chico de doce hermanos, y siempre repetía que fue apoyado por su madre en seguir esta vocación.
Hacia fines de la década del 40, conoció a Ángela Graba, quien luego sería su esposa, productora y colaboradora, que solía acompañarlo en el detrás de escena de notas y entrevistas. El nombre con el que fue famoso, Horangel, es, de hecho, una mezcla de su nombre con el de su esposa -que falleció en 2009-.
Era culto, amante de la música (también tocaba el piano) y ávido lector: “(Leía) Flammarion, Freud, Heine. Para disimular lo que estaba haciendo: estudiar astrología y astronomía”, rememoraba en una entrevista en La Nación en 2009.
Desde 1963 hasta 2019 publicó anualmente sus Predicciones astrológicas -que también incluían una astroguía diaria-, para las que las cifras aseguran que vendió más de 30 millones de ejemplares. También escribía obras de autoayuda, como Revolución en el alma. Ayudate ahora, un libro descripto como de “autoapoyo”.
Un poco malhumorado, siempre hacía hincapié en que los horóscopos no eran suficientemente serios, como lo sí era su propia “ciencia”, basada en estudios.
“La astrología por sí sola es una mentira”
Horangel desarrolló una técnica de predicción que llamó “previmetría, basada en estudios estadísticos». Así la explicaba: “Esta técnica permite establecer parámetros reales con observaciones, cálculos, estadísticas y encuestas. Cuando la previmetría se limita a un país, a una sociedad, es más precisa. Es muy creíble y los resultados están a la vista. Además, demuestra que la astrología por sí sola es una mentira”.
Y en la cita de editorial Urano continuaba: “En cambio, este estudio es serio. Exige latitud, longitud y un estudio detallado de la población, que incluye alimentación y nivel sociocultural. Además, hay que estudiar historia y viajar mucho: se analiza un momento determinado para trazar las vectoriales al pasado, para saber por qué este presente es así y, sobre la base de eso, ver cómo será el futuro. Así, podemos calcular con mayor precisión qué puede pasar en la vida de las personas. Esta técnica es un estudio psicosocial que inventé en el año 1963 y soy el único en el mundo que la utiliza, ya que no la enseño. A través de ella, es interesante ver cómo va cambiando la forma de pensar de las sociedades”.
En esa ocasión la conductora le preguntó qué hace con las personas que no creen en los horóscopos y él le respondió: “Yo tampoco creo en los horóscopos, por eso estudio. Si no, me dedicaría a atender a la gente y a anunciarle su porvenir y su vida. La investigación es lo que importa y el gran secreto de todo esto. Porque a una persona le podemos dar una respuesta en base a la necesidad, pero eso de querer creer que porque hay un papel con un círculo donde se ponen los planetas, uno le va a decir a la persona su futuro no es así”.
Y continuaba: “Existen relaciones entre movimientos de los planetas y ciertos momentos de la vida de una persona, eso es real. Yo creo en lo que hago, es muy serio”.
“El hecho de vivir pendiente de una carta natal o un horóscopo le quita libertad al ser humano, le quita el sabor de la vida. Con mi libro le doy probabilidades a la gente, le doy información que la libera y ayuda a pensar”.
Con información de El Clarín