(03 de mayo del 2019. El Venezolano).- A pesar que Washington ha manifestado en varias ocasiones que «todas las opciones están sobre la mesa«, dentro del gobierno hay serias dudas sobre la efectividad de esta estrategia y ha causado fuertes roces entre altos miembros de la administración de Donald Trump.
Desde hace unas semanas, la oposición venezolana venía ejecutando un minucioso plan con el que, creían, finalmente forzarían la salida del presidente Nicolás Maduro de Venezuela. Varios de sus altos militares y aliados civiles supuestamente habían sido persuadidos a cambiar de lado, mientras que a otros se les ofreció salir del país. También había una fuerte sospecha de que Maduro volaría a La Habana.
Sin embargo, el lunes, dos días antes de lo presupuestado, el plan comenzó a quebrarse. Maduro, al parecer, se dio cuenta de los avances de la oposición. Guaidó, por su parte, en el afán de evitar que colapsara la estrategia, la adelantó. Una decisión que tomó por sorpresa, incluso, a los Estados Unidos.
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El miércoles, un día después de ejecutado el plan de Guaidó, en el que se logró la libertad de Leopoldo López, pero en el que no se consiguió la salida de Maduro, el secretario de Estado de EE. UU. Mike Pompeo dijo que su país aún se deseaba una resolución pacífica, pero que “la acción militar era posible”.Publicidad
“Si eso es lo que se requiere, eso es lo que hará Estados Unidos«, dijo a Fox Business Network.
Sin embargo, altas fuentes del gobierno consultadas por el periódico estadounidense The Washington Post afirman que Donald Trump se mantiene “reacio” a ejecutar un plan militar en Venezuela. Una postura que le ha provocado enfrentamientos con John Bolton, asesor de seguridad de la Casa Blanca, y del que dicen es quien más ha abogado por una intervención para deponer a Nicolás Maduro.
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