(15 de noviembre del 2020. El Venezolano).- Un bálsamo de fe. Consuelo. Amor. Madre protectora y llena de bendición. Así han descrito los devotos marianos este acercamiento con la Virgen de Chiquinquirá, la mañana de este domingo.
La plazoleta de San Juan de Dios es un corredor de bioseguridad. Sí, pero más de fervor hacia la Patrona del Zulia, a quien —como dice el lema de estas fiestas — le piden «cuida con afecto maternal a este mundo herido».
Han acudido devotos de todas las edades a recibir la bendición de la Chinita y a agradecerle favores recibidos.
Una madre, con su pequeño en brazos, lloró frente a la Reliquia y contó: «Hemos venido a ver a la Chinita para presentarle a nuestro bebé, es un niño arcoíris… es un bebé que vino después de una muerte de otro niño, nuestro primer hijo falleció. Se lo vine a traer, a pesar de la pandemia, para que conociera a Lucas David, para que lo siga cuidando, bendiciendo y quien quita el día de mañana sea él un servidor de María».
Otra mujer dijo, guardando la distancia de otras dos, camino al pórtico de la Basílica, que es madre de un servidor de María y fue a ver a la Virgen para dar gracias, de nuevo, por la salud de su hijo. «Estuvo 21 días en UCI», acotó.
Dos feligreses, cubriendo, como todos, sus rostros con el exigido tapabocas, expresaron que le rezan a la Virgen Morena para que acabe pronto esta pandemia del covid-19. «Van muchos muertos, recemos por ellos y sigamos respetando las normas».
Con información de Panorama