(15 de octubre del 2021. El Venezolano).- El general Raúl Isaías Baduel falleció el 12 de octubre en una celda en El Helicoide, sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, donde estaba recluido, acompañado de su hijo Josnars Adolfo. Esta es la versión que mantienen sus familiares, quienes no confían en la versión oficial.
La abogada Yasnadia Villalobos afirmó, en rueda de prensa, que el director de ese centro de reclusión les confirmó que el general murió en esa prisión.
“Tuvimos acceso para un encuentro monitoreado, vigilado, con la amabilidad de rigor de las autoridades, con Josnars Adolfo Baduel. Pero sin derecho a acceso al cuerpo del general en jefe Raúl Isaías Baduel. El director nos informó que había fallecido en la celda en compañía de su hijo”, manifestó.
Sin recibir atención médica
En ese encuentro con Josnars, expresó Villalobos, la familia tuvo conocimiento de una serie de eventos y de hechos reales que señalan, a todas luces, que el general presentaba un cuadro peligroso de salud y no había recibido atención médica ni siquiera en sus últimas horas.
La abogada aseguró que después del fallecimiento de Baduel los custodios trataron de llevar a Josnars a un lugar apartado, sin presencia de su defensa. Pretendían que grabara un video bajo coacción y con un libreto, para librar de responsabilidad a los agentes del Estado.
Los hijos y la viuda de Baduel pidieron ante la oficina en Caracas del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, a cargo de Michelle Bachelet, la creación de una comisión internacional para averiguar qué provocó exactamente su muerte. También solicitaron que el organismo tramite la exhumación del cadáver.
Villalobos aclaró que exigen el apartamiento de esa investigación de Tarek William Saab, fiscal general del gobierno de Maduro, por razones de parcialidad y por las irregularidades que han señalado en todo el caso.
“Todo pronunciamiento que se produzca no son ni serán confiables. Hemos tenido una actitud respetuosa y aguardamos hasta el último momento para madurar la información y las ideas. Es innegable la necesidad de que actúe esta comisión internacional, pero que, además, deje a un lado la actuación de ese organismo de investigación del Estado”, añadió la abogada.
El gobierno chavista asegura que el general falleció por las complicaciones asociadas al covid-19 cuando estaba recibiendo el tratamiento médico, y a pesar de que tenía la primera dosis de una vacuna contra el virus. Saab afirmó que Baduel estaba en un centro médico y no en una celda de El Helicoide.
Secuelas de una “operación clandestina”
Nayeska Baduel recordó que el 2 de octubre visitó a su padre en El Helicoide. Contó que, a pesar de que era un hombre fuerte física y espiritualmente, notó el quebrantamiento de su salud y el deterioro progresivo al que estaba sometido desde hace una década.
“En ese momento mi papá, siendo una persona tan fuerte, me manifestó muchas dolencias, a pesar de que mi papá jamás nos decía que sentía o padecía algo”, manifestó.
Afirmó que al general lo sometieron a una operación clandestina de unas hernias inguinales el 23 de diciembre del 2020 que le dejó secuelas. “Responsabilizo al Estado por no haber dado los cuidados necesarios a mi padre, siendo una persona que estuvo enterrada viva literalmente en un centro de tortura blanca llamado La Tumba”, agregó.
Andreína Baduel indicó que la operación se realizó en una carpa instalada en el Hospital Militar de Caracas. “No le brindaron el tratamiento medico previo, ni durante ni posterior, lo operaron a las 8:00 am y ya a las 11:00 am estaba otra vez en La Tumba. Todo eso fue denunciado formalmente en los organismos nacionales e internacionales”, señaló.
Protección para Josnars Baduel
La familia pidió protección para Josnars Adolfo, a quien el gobierno de Nicolás Maduro acusa de participar en la Operación Gedeón, que tenía el objetivo de desplazar al chavismo del poder en marzo del año pasado.
“Pido protección para mi hermano, que sigue bajo secuestro del régimen de Maduro. Pido para él una protección porque sigue estando bajo el régimen. Para mi familia extiendo también algún cuidado, pero en especial a él”, manifestó Nayeska.
Andreína enfatizó que su padre fue sometido a una muerte lenta durante 10 años, en los que vivió aislamiento, desapariciones forzadas, torturas, incomunicación y vejaciones.
“Quiero que se reivindique la verdad, que haya justicia. A mí me mataron con mi papá. Es absolutamente falso que murió de covid, mi papá tenía era años solicitando atención medica, que no le bridaron”, expresó.
“Tememos por la integridad de nuestro hermano, quien sigue en manos de los torturadores y asesinos de mi papá. El sigue hoy en El Helicoide sumido en el dolor porque fue quien vio morir a mi papá; rogó una y otra vez que lo atendieran y no le hicieron caso, subestimaron las patologías que mi papá tenía”, agregó.