(18 de Septiembre del 2019. El Venezolano).- En Venezuela la desesperanza es cada día mayor. Por fuentes médicas, solamente en los hospitales mueren 300 pacientes diarios por falta de recursos, de mengua. Esto sería sólo una parte de las1.000 muertes diarias proyectadas estadísticamente al inicio de 2019.
Una cosa es esa, grave hasta la saciedad: la hecatombe y el holocausto venezolano continúan. Otra, más grave aún a nuestro poco entender, es la libre competencia de quién es más socialista entre toda la dirigencia política y empresarial. Y mucho cuidado con quienes, desde puestos académicos y/o de liderazgo o vocerías en distintos medios, hablan de políticas públicas como si invocaran el “laissez faire, laissez passer”.
Si desconocemos los bases de sustentación de nuestro devenir histórico necesarios para entender nuestra realidad la sálida está más que lejos. La colonización fue exageradamente próspera, así tal cual se escucha. Las Partidas de Alfonso el Sabio junto a las Leyes de Indias fueron vs el jacobinismo independentista y el marxismo esclavizador, de mayor fuerza civilizatoria. Desconocer esto, siempre nos hará blanco fácil de todo aquel que quiera someter.
Muchos creen y piensan, hasta como “currículo académico” nos venden al Capitalismo como sistema imperante en América hispana. Esa premisa es falsa. La libertad que es propia del Capitalismo y los derechos individuales que trajeron los hispanos a nuestras tierras como prolongación de las Partidas de Alfonso “El Sabio” hoy no existen. De todo eso que hubo, llevamos dos cientos años largos, especialmente los últimos cien destruyéndolo. Hemos construido al Hombre Nuevo del jacobinismo y el marxismo… Triste y doloroso.
Nunca en la Historia de las américas hubo tanta pobreza y miseria como la generada por el modelo del Hombre Nuevo. Frente a ese modelo tenemos la obligación de afirmar que el modelo aborigen era más próspero. Hoy día, en Venezuela vemos como generaciones de agricultores van dejando sus tierras a merced del Socialismo… El hambre veremos multiplicar, tal vez al infinito.
Tal situación no tiene espera. La muerte recorre cada rincón del país. Estamos en manos asesinas y criminales dispuestos a aniquilar a quien sea, con el único objetivo de seguir sembrando odio y desesperanza…al Hombre Nuevo. Así el social-esclavismo del siglo XXI.