(28 de octubre del 2022. El Venezolano).- Elon Musk ha tomado el control de Twitter y despidió al director general, al director financiero y a la abogada general de la compañía, informaron el jueves en la noche dos personas al tanto de la situación.
Las fuentes de AP no señalaron si ya se había firmado todo el papeleo del acuerdo, que en un principio estaba valorado en 44.000 millones de dólares, o si ya se había cerrado. Pero apuntaron que Musk está a cargo de la red social y despidió al director general, Parag Agrawal; al director financiero, Ned Sagal, y a la abogada general, Vijaya Gadde. Ninguna de las personas quiso ser identificada debido a la naturaleza delicada del acuerdo.
Horas después, Musk tuiteó “el pájaro ha sido liberado”, en referencia al logo de Twitter, un pájaro de color azul.
Los ceses se dieron unas horas antes de que se cumpliera el plazo para finalizar el acuerdo impuesto por una jueza de Delaware, quien amenazó con programar un juicio en caso de que no se concretara el pacto para el viernes 28 de octubre.
Musk tuvo diferencias en privado con Agrawal el pasado abril, justo antes de decidir presentar una oferta de compra por la compañía, según mensajes de texto que se dieron a conocer posteriormente en documentos presentados ante la corte.
Más o menos al mismo tiempo, usó su cuenta de Twitter para criticar a Gadde, la principal abogada de la empresa. A sus tuits le siguió una ola de acoso contra la asesora jurídica desde otras cuentas de la red social. Para Gadde, quien trabajó 11 años en la empresa y también estaba al frente de las áreas de seguridad y políticas públicas, el acoso incluyó ataques misóginos y racistas, así como pedidos a Musk para su despido. Los mensajes de acoso se reanudaron el jueves después de su cese.
Los cambios de Musk tendrán como objetivo incrementar la base de suscriptores y los ingresos de Twitter.
En su primer gran movimiento horas antes el jueves, Musk intentó tranquilizar a los anunciantes de la red social diciendo que la adquiriría para ayudar a la humanidad y que no quiere que se convierta en un “infierno anárquico”.