(16 de junio del 2025. El Venezolano).- Si bien el 14 de junio, penúltimo día de la Feria, no prometía ser una jornada especialmente concurrida en cuanto a firmantes venezolanos se refiere, la presencia de Manuel Hernández Silva suponía, en cambio, un polo de interés tanto para los asiduos de la literatura, como para los amantes de la música.
Escrito por: Linda D´Ambrosio / Fotografías: Mauricio González y Alfredo Peña

Reconocido globalmente como uno de los directores de orquesta más sobresalientes de su generación, Manuel Hernández Silva ha ocupado el cargo de director musical y artístico de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, la Orquesta Filarmónica de Málaga, la Orquesta Sinfónica de Navarra y la Orquesta de Córdoba. Además, ha tenido la oportunidad de dirigir agrupaciones internacionales de renombre, como la Orquesta Sinfónica de Singapur, la Sinfónica de Tucson y la Filarmónica de Buenos Aires.
La convocatoria era en la Caseta 291 a a las 11:00 de la mañana para firmar los ejemplares su libro, «Deshabitando el alma», en donde explora no solo su visión artística y su vida dedicada a la música, sino que también ofrece reflexiones profundas sobre el proceso creativo y el impacto transformador de la música en el ser humano.
Entre el público que acudió sobresale la figura de don Manuel Moreno-Buendía, Premio Nacional de Música 1958, quien a sus 93 años se acercó a saludar al maestro Hernández Silva.

Don Manuel fue el último compositor en estrenar una obra en el Teatro de la Zarzuela, «Fuenteovejuna», en 1981, por lo que muchos musicólogos eligen esa fecha como la que puso fin a la creación de este género lírico.
A continuación acudió la conocida abogada Danila Guglielmetti, quien firmaba los ejemplares de su libro “El vuelo del ibis”, también en la caseta 291 de Kalathos Ediciones. Este hermoso libro cuenta con las ilustraciones y la curaduría del también guitarrista Enrique Bravo.
También acudieron a saludar el Ex Rector de la Universidad de Carabobo, Asdrúbal Romero y la actriz y productora Marisol Morales.
La presencia de connotadas figuras en el público que acudió a las firmas subrayó la importancia de la cultura en la vida cotidiana. Así, el encuentro en la Caseta 291 se convirtió en un espacio de reflexión y celebración, donde la música y la literatura se unieron para inspirar y emocionar a todos los presentes, dejando una huella perdurable en sus corazones.


