(27 de abril del 2019. El Venezolano).- La epidemia de fiebre hemorrágica ébola dejó 900 muertos desde agosto de 2018 en el este de la República Democrática del Congo (RDC), donde la inseguridad y la resistencia a reconocer la gravedad del problema obstaculizan la respuesta, según el último recuento de las autoridades sanitarias.
El Ministerio de Salud del país africano comunicó que, en los últimos nueve meses, se registraron 1.396 casos, de los cuales 1.330 fueron confirmados y 66 continuaban siendo estudiados. En total, ha habido 900 muertes hasta el 25 de abril, según se detalló en el último informe oficial.
Del número de afectados, solo 394 personas se curaron en su totalidad.
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La epidemia fue declarada como tal el primero de agosto en la provincia de Kivu del Norte (noreste) y marginalmente en la vecina Ituri.
El epicentro se desplazó desde Mangina, en zona rural, a la ciudad de Beni, y ahora a Butembo-Katwa, 50 kilómetros al sur de Beni.
El actual brote de fiebre hemorrágica del Ébola es la décimo y el más grave registrado en territorio congoleño desde 1976. Es, además, la segunda más grave desde la de África Occidental en 2014 que mató a más de 11.000 personas en Guinea, Sierra Leona y Liberia, principalmente.