(22 de octubre del 2022. El Venezolano).- Una madre cuyos mellizos adolescentes le dijeron a la policía de Texas que fueron esposados y obligados a beber lejía se encontraba en prisión el viernes en el estado vecino de Luisiana, donde los registros muestran que la mujer se declaró culpable hace una década de cargos de poner a sus hijos en peligro.
Zaikiya Duncan, de 40 años, fue arrestada en Luisiana esta semana luego de que en videos captados por cámaras del timbre de las puertas se veía a los hermanos, de 15 años de edad, descalzos y con esposas, tocando las puertas de los vecinos antes del amanecer en su barrio de los suburbios de Houston para pedir ayuda. El novio de Duncan, Jova Terrell, de 27 años, vivía en la vivienda y también fue detenido.
Ambos se encuentran tras las rejas en Baton Rouge, a unos 400 kilómetros (250 millas) al este de Houston, a la espera de su extradición bajo cargos de ataque con agravantes, de acuerdo con las autoridades. No estaba claro el viernes si tenían abogados.
AP reseñó que los adolescentes estaban gravemente desnutridos y le dijeron a la policía que los abusos ocurrían desde hace meses, según la afidávit de un policía del condado Harris en Houston. Les relataron a las autoridades que Duncan los esposaba, los obligaba a beber lejía y otros productos para la limpieza del hogar y les rociaba limpiador de hornos en la boca “si hablaban demasiado”, según la afidávit.
Ambos tenían heridas en la muñeca. Escaparon el martes luego de que el hermano encontró una llave de las esposas y la escondió en su boca, de acuerdo con la afidávit.
“Ella estaba temblando con las esposas” en las muñecas, comentó una vecina que los dejó entrar a su casa a la cadena de televisión KTRK de Houston. La mujer no permitió que se diera a conocer su nombre ni que se mostrara su rostro en la cámara mientras hablaba con la televisora.
“Me dijo: ‘Estamos buscando ayuda. Sólo necesitamos ayuda. Nos acabamos de liberar de nuestras esposas. Nuestra madre nos tenía esposados en el cuarto de lavado’”, relató la vecina.
Los hermanos habían tocado las puertas de otras casas buscando ayuda esa mañana, comentó un policía del condado Harris a la KTRK.
La mujer que los dejó entrar a su casa vive a menos de un kilómetro de distancia (media milla) del sitio donde vivían los mellizos, en un fraccionamiento con casas de ladrillo y céspedes bien cuidados.
