(15 de septiembre del 2022. El Venezolano).- La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, reapareció en público este jueves tras el atentado en su contra y aseguró estar viva «por Dios y por la Virgen».
«Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen y me pareció que tenía que agradecer, rodeada de curas, hermanas religiosas y pobres», afirmó la vicepresidenta durante un encuentro con el grupo Curas en Opción por los Pobres, sacerdotes que realizan actividades en asentamientos precarios.
Fernández relató que el papa Francisco la llamó el 2 de septiembre, un día después de que sufriera el atentado, y le dijo que «los actos de odio y de violencia son precedidos por palabras y verbos de odio».
Tras dos semanas del intento de magnicidio contra la vicepresidenta y exmandataria de Argentina (2007-2015), cuatro personas se encuentran detenidas y la Justicia continúa investigando si los sospechosos actuaron por iniciativa propia.
El autor material del hecho, el brasileño Fernando Sabag Montiel, de 35 años, quedó filmado por las cámaras de televisión de medios locales mientras se acercaba a pocos centímetros del rostro de Fernández para sacar su pistola y gatillar en dos oportunidades sin que el disparo saliera del cañón del arma.
“Lo más grave no es lo que me pudo haber pasado a mí, sino que se rompió el acuerdo social que había desde 1983”, dijo Fernández en referencia a la fecha en que el país suramericano recuperó la democracia.
Durante el encuentro, que tuvo lugar en el Senado argentino, comentó que, en su opinión, «volver a la democracia fue recuperar la vida, la racionalidad y poder discutir de política, erradicando toda esa violencia”, reportó Swissinfo.
La jueza federal María Eugenia Capuchetti mantiene bajo secreto de sumario el caso, pero a pesar del hermetismo jurídico ciertos aspectos de la investigación se escapan hacia los medios locales.
Los cuatro detenidos fueron bautizados como “la banda de los copitos”, porque algunos de sus integrantes fueron vistos en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta vendiendo algodón de azúcar, días antes del atentado.