(15 de octubre del 2019. El Venezolano).-Tras el anuncio de incremento del ingreso mínimo integral de un trabajador venezolano, algunos comerciantes de Caracas dijeron que deberán ver cómo se desarrolla la economía nacional en los próximos días para hacer los ajustes necesarios, ya que el salario no es un patrón para sus nóminas.
“Hay que esperar a ver el precio de las mercancía por parte de los productores. Con base en ello es que se tendrán que ajustar los precios. Pero por ahora cada uno de mis seis empleados gana muy por encima del salario mínimo. Hay que esperar. Si las cosas suben nosotros les tendremos que ajustar”, dijo el dueño de una feria de hortalizas a El Nacional.
Guillermo Pérez, encargado de una zapatería, dijo que tener los precios de los proveedores dolarizados es de gran ayuda para saber el cálculo a pagar respecto al cambio del día. “Ahora hay que estar pendientes es del dólar, para ver a cuánto va a subir”, indicó.
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Prescindir de empleados por no poder pagar “bonos dolarizados”
Pérez dijo que desde hace varios meses prescindió de los empleados de la zapatería porque las pocas ventas que genera no alcanzan para pagar las bonificaciones en divisas extranjeras que muchos comerciantes ofrecen ante la insuficiencia del salario mínimo.
Casos como estos se repiten en varios de los pequeños comercios de Chacao.
“No es solo que se van del país, es que si se quedan buscan puestos donde les paguen mejor. Y ahora, los bonos en moneda dura son la motivación principal. Yo no se los puedo pagar”, señaló Laura Méndez, dueña de una pequeña empresa de cosméticos.
“¡Ahora alcanzará para menos!”
La noticia del aumento salarial se manejó como un rumor este lunes entre los comerciantes y compradores. Al ser notificados, coincidieron en que “es un aumento que no alcanzará para nada”.
“¿Qué podemos esperar? Que todo suba, eso es lo único, porque nada va a mejorar si aumentan los salarios. Yo trabajo en una escuela pública y recibo la pensión, pero eso es igual. No alcanza para nada. Es mi hijo quien me ayuda a comprar la comida”, expresó María de Torres, una maestra sexagenaria.
Respecto al aumento salarial, Tomás Ramos precisó que el empleo formal no es una opción para él que tiene cuatro hijos.
“Tengo tres trabajos: vendo repuestos, hago carreras de taxi y transporte nocturno a una empresa. 1 kilo de leche antes del aumento costaba 180.000 bolívares. ¿A cuánto va a llegar ahora?”, se preguntó.
“¡Ahora va a alcanzar para menos! Ninguno de los aumentos salariales ha servido para nada”, exclamó una mujer que prefirió no revelar su identidad.
