(20 de noviembre del 2020. El Venezolano).- 1– Al final de todo esto uno se horroriza al percatarse en qué manos ha estado el mundo, y en qué manos está, que es lo peor, cuando en una rueda de prensa el tema bascula entre el tinte de pelo de Giuliani, que por el calor y el sudor del personaje, comenzó a rodarle por las mejillas, o las declaraciones de Sidney Powell –de nombre ambiguo, que en este caso se corresponde con el de una dama- al meter en el enredo argumental trumpista la mano negra de Chávez y de Soros, una dualidad que más bien debería quedar cancelada por el viaje del Secretario de Estado Pompeo a Israel, durante el cual visitó los asentamientos ilegales en Palestina, algo que ningún norteamericano de su rango había hecho hasta ayer, en un viaje que casualmente coincidió con los crecientes rumores de que Trump insiste en querer bombardear en territorio iraní. Y ya todos estamos lo suficientemente viejos para creer en casualidades.
2- Entendámonos, uno puede teñirse el cabello como también cualquier otra parte del cuerpo, puede usar peluquín –arriesgando que un viento se lo lleve por delante, o lo que sería peor, dejarlo colgando de una oreja-, puede hacerse un lifting al estilo Berlusconi, a quien además le aplicaron un transplante de cabello, tatuarse donde le plazca y aplicarse un piercing, puesto que todo ello pertenece al ámbito privado de cada uno y no tiene la menor importancia cuando se trata de valorar lo que estos estetas de su cuerpo afirman o hacen en el terreno de la gobernanza, porque allí el baremo es de otra naturaleza, aunque todo personaje público de una manera u otra, pierde parte de su privacidad, porque ésta también sirve para valorar lo que se denomina como el carácter de un gobernante.
3- Pero una cosa es hacer un ridículo monumental cuando se está hablando en una rueda de prensa sobre un tema fundamental para su cliente Trump, por un tinte de pelo chorreante en quien, al final del lance e independientemente de lo sabio que pueda ser –que no es el caso de Giuliani-, se lo aplicó voluntariamente por ser un semicalvo y canoso que se niega a reconocer los efectos de la edad, y otra es una suerte de ridículo accidental muy lejos de lo intencional, como el que vivió Bush padre en 1992 durante su visita presidencial a Japón cuando en la cena de rigor algo le sentó muy mal en su sistema digestivo, para terminar vomitando sobre el premier nipón Kiichi Miyazawa– https://www.youtube.com/watch?v=XnOnDatqENo-. Eso claramente fue un accidente.
De paso los expertos en belleza neoyorkinos opinan que no fue tinte de cabello lo que se le chorreó a Giuliani, sino tal vez una suerte de maquillaje en el cabello –https://www.nytimes.com/2020/11/19/style/rudy-giuliani-hair.html-; como vemos, para que el NYTimes le haya dedicado espacio a esta pendejada refleja que vamos a peor.
4- Y como vamos a peor, pues más vale tocar fondo de una vez, contando que hay otros ridículos monumentales, como el que las crónicas cuentan sobre el Conde de Oxford, quien entrando en la sala del trono, al hacerle la reverencia de rigor a la reina Isabel I de Inglaterra se le escapó una sonora flatulencia; su vergüenza fue tal que se ausentó del país durante siete años, aunque luego de regresar, por las circunstancias de su rango tuvo que presentarse de nuevo entre los miembros de la corte en una sesión real en la que intentaba pasar desapercibido… hasta que la reina le vio y le dijo Mi señor, podéis acercaros, ya nos hemos olvidado de vuestro pedo…
5- Apartando ya los caprichos de la vanidad y los incontrolables requerimientos corporales, el trumpismo ha hecho otro ridículo tragicómico cuando uno de los abogados líderes para revertir el veredicto popular y probar que Biden ganó por fraude, la mencionada Sidney Powell, introdujo el elemento conspirativo que tanto gusta a esos republicanos, al mencionar a George Soros y al comunismo venezolano como los motores de ese fraude, comenzando por asociar el comportamiento de las máquinas de votación y totalización de la reciente elección con las de Transmatic en las elecciones endógenas… pero eso sí, máquinas gringas manipuladas personalmente por Chávez en la presente elección de EEUU, sin tomar en cuenta el pequeño detalle de que Chávez está muerto desde hace varios años… – https://elestimulo.com/elecciones-hugo-chavez-trump-biden-teorias-conspirativas-smartmatic/
6- Por supuesto que no es la primera vez que meten a Soros en el cotarro de las conspiraciones; a él, cual Doctor Strangelove del film sobre la locura nuclerar de un fanático con el poder suficiente para destruirnos a todos, o cual malvado Doctor No de la saga 007, se le atribuyen muchas calamidades que sufre el mundo. Esa asociación con Soros ya lleva décadas circulando por los mentideros de quienes creen en esta clase de conspiraciones, como la del Club Bildelberg, estando todas ellas a la altura de las teorías de los años sesenta cuando los franceses Pauwells y Bergier publicaron el conocido libro El retorno de los brujos.
7- Pero lo que poco a poco se está imponiendo es la nueva moda de la intervención chavista para torcer los eventos del mundo, y eso sí que es nuevo, independientemente de que la ignorantona Sidney crea que Chávez aún vive, como para dar por cierto el cuento de Maduro sobre haber visto a Chávez encarnado en un pajarito que le sugería cosas; porque ahora todo evento desestabilizador que perjudique a la ultraderecha latinoamericana y norteamericana es atribuido al régimen venezolano, el cual, pobre y arruinado por la carencia de divisas, seguramente tiene una hucha secreta dentro de la cual ha ido ahorrando un dinerito a lo largo de todos estos veintiún años de poder para destinarlo a fomentar los levantamientos populares en la región, y además para sobornar los funcionarios electorales e informáticos gringos para alterar el resultado electoral en contra de Trump. La misma acusación sobre la sombra comunista venezolana se hizo en el caso de los disturbios chilenos, y no se diga con todo lo que ha ocurrido en Colombia.
Aunque sí es cierto que Chávez interfería en las elecciones del vecindario latinoamericano, como sucedió en Ecuador, Perú, Honduras o Argentina… pero en el fondo no era para desestabilizar, sino para que todos se embolsillaran un realero petrolero, porque su geopolítica –por darle un nombre- nunca llegó a nada, como tampoco la del muy carareado Foro de San Pablo.
8- Así que un régimen que siempre ha sido inepto, y ahora además es muy pobre, como régimen y país, siendo sus jerarcas millonarios en divisas duras pero políticamente unos torpes que solo sobreviven por la tutoría cubana –que de torpe en materia de mantenerse en el poder no tiene nada, aunque sí lo tiene todo a la hora de mal gobernar en su isla-, y por el poder que proyectan rusos y chinos como elemento disuasorio para cualquier intento norteamericano de defenestrarlo, se ha convertido en el hombre del saco o su equivalente a la hora de atemorizar a los niños para ponerlos en cintura cuando hacen travesuras.
Lo que pocos se preguntan es por qué atribuirle esas conspiraciones al chavismo en vez de apuntar hacia Cuba… probablemente Sidney y los millones de fanáticos que creen en estas conspiraciones hayan olvidado que Cuba existe.
9- Dice mucho del nivel de lo que debería ser al menos la mitad de la élite gobernante de la principal potencia del planeta cuando el debate se plantea en estos términos. Ni siquiera a un chavista fanático en extremo se le ocurriría pensar que Maduro, en sus elucubraciones autobuseras, y años después en sus reuniones con sus tutores cubanos, podría elaborar un plan desestabilizador continental, porque lo de él es bailar salsa y depender de las FAES para controlar la disidencia. Y el gobierno pues que vaya a su aire, porque eso no es un problema para ningún chavista en el poder, salvo el robar todo lo que pueda.
Tampoco cabría en la cabeza de nadie pensar que los hermanitos Rodríguez organicen una red internacional de espías, porque siendo tan venezolanos, al final todo terminaría como el cuento del espía margariteño Salazar. Un país postrado por la miseria y gobernado por imbéciles, como tal no tiene ningún peso en el mundo.
10- Así que independitemente que Giuliani sea más cuidadoso a la hora de utilizar productos rejuvenecedores, la realidad es que el trumpismo insistirá hasta el final para sabotear la transición presidencial para mal de todo su país. Es útil recordar que la cadena Foxnews era la favorita de ese universo de millones que creen en todo ese enredo de conspiraciones, pero que perdió el favor de todos ellos al otorgarle a Biden el estado de Arizona antes que cualquier otro medio, y por eso fue que estos fanáticos se han agrupado alrededor de Newsmax, portal que en pocos dias ha pasado de tener 182 visitas a su noticiario nocturno a unas 800 mil, para retroalimentar y potenciar las diversas conspiraciones en marcha, como la de Chávez vive, de la cual seguramente muchos opositores venezolanos y trumpistas endógenos floridianos se habrán enterado, y que puede ser su mayor pesadilla si resultara que Chávez vive no solo en los discursos del régimen, ni en el show televisivo semanal de Cabello, ni en las pintas de la infraestructura vandalizada del país, sino también en la mente de esos millones de trumpistas que ellos consideran sus aliados.
Con aliados así estamos fritos.
Hermann Alvino