(28 de mayo del 2020. El Venezolano).- La Asamblea Nacional, a través de sesión virtual, debatió sobre la crisis del servicio de agua que actualmente sufren los venezolanos por culpa de las malas políticas empleadas por la dictadura chavista.
En su derecho de palabra, la diputada Nora Bracho, expresó que: “Quiero hablar de una calamidad que hemos venido denunciando, que agudiza el riesgo que tenemos los venezolanos ante la pandemia del coronavirus, es doloroso ver lo que se padece para llenar cualquier tipo de envase de agua”.
“Lo hacen en algún rio, en quebradas y también en tomas improvisadas en cañadas donde pasan aguas con materias fecales y que son vertederos de basura. También hacen largas colas y aglomeraciones para recibir un poco de agua”, agregó.
“El agua es un DDHHy Venezuela dista mucho de garantizar este derecho. Debe ser suficiente, accesible, asequible, saludable y poseer propiedades físicas propias inalterables, incoloras, indoloras e insípidas, ninguna se cumple“.
“Son 20 años que poco se ha invertido en crear nuevas fuentes de aguas como represas, el 82% de la población no recibe agua de manera continua y la que recibe es de dudosa calidad”.
“En el mes de abril se registraron 158 protestas por agua en el país, estadística que ya fue superada en lo que va de mayo, si se quisiera igualar la distribución de agua del acueducto metropolitano se necesita 86.400 viajes diarios de cisternas”.
“En la Comisión Permanente de Administración y Servicios, reposan los planes para el rescate del sistema y de hidrológicas que van desde las fuentes de agua, los sistemas de potabilización y los de distribución contemplados en el Plan País“.
Posteriormente, la parlamentaria María Hérnandez, expuso que: “Venezuela tiene una importante reserva de agua dulce, 60% del territorio nacional son áreas de protección especial justo para cuidar ese patrimonio ambiental que no solo es básico para la vida, sino también para el complejo hidroeléctrico”.
“Sin embargo, comunidades como la guajira, las mujeres tienen que caminar horas hasta el embalse de Manuelote en medio del desierto provocado por la actividad extractiva del carbón”.
“Al sur del país las personas acceden al agua con cautela, probablemente contaminada por mercurio producto de la minería aurífera. Lo que sufre una madre venezolana es no tener acceso al agua limpia para la higiene y salud”.
“La dictadura se ha encargado de violar permanentemente este #DDHH fundamental, no han sido capaz de convertir esa reserva al servicio que implica. No se construyeron las infraestructuras nuevas y no se preservó el cauce de los ríos”.
“Cuando vemos que con 30 millones de $ se compraron 300 cisternas y con esa cantidad se pudo restablecer el sistema Tuy 2, urge conformar un Gobierno de Emergencia Nacional y que se ponga fin al sufrimiento de la familia venezolana“.
En el mismo orden de ideas, el diputado por el estado Carabobo, Ángel Álvarez, aseguró que: “Sin agua no hay salud y sin salud no hay vida, Venezuela enfrenta una amenaza en materia epidemiológico como consecuencia del colapso de los servicios públicos”.
“Han sido 22 años de centralismo, corrupción, falta de inversión e indolencia que tienen al país en una situación de caos y se agrava con el #COVID19, desde la #AsambleaVE hemos asumido la responsabilidad de acompañarlos en sus justos reclamos”.