(29 de enero del 2023. El Venezolano).- Los procesos de libertad de los pueblos históricamente han sido gestas de larga duración en el tiempo, especialmente frenados o demorados por resistencia, la ambición de quienes secuestran el poder para perpetuarse a toda costa.
Por José Gregorio Briceño Torrealba
No somos la excepción, en todas las luchas de nuestros antecesores, los libertadores de América, el recorrido estuvo lleno de altibajos, traiciones, intrigas y aún luego de vencer y desmontar el yugo persistió por mucho tiempo el sometimiento en algunos aspectos de la vida del país. La tiranía que nos oprime desde hace 24 años a ratos se tambalea, a ratos se consolida, sin embargo no cesa en su furia contra quienes les adversamos y demostramos que son unos falsos benefactores y que hambrean y arruinan al pueblo que gobiernan. Hay variedad de calificativos negativos que los caracterizan, traducidos en miseria para el país y riquezas para su élite corrupta.
La libertad no siempre resulta en la recuperación económica inmediata, pero más allá de eso, la sensación de libertad y la reversión del daño social son procesos paulatinos y dolorosos, salir del populismo hacia la productividad es un camino necesario para nuestro amado país. Creo firmemente que a pesar del apogeo de la dictadura vamos en rumbo hacia nuestra libertad aunque no lo parezca.
Este año 2023 ha comenzado con aire de esperanza de libertad para los venezolanos luego de que se llegó a pensar que la sociedad y los gremios no reaccionarian a pesar de la remuneración miserable, pero se avivó el estirpe de nuestras raíces guerreras y lo más importante que hay que destacar es que fue por iniciativa auténtica de los distintos gremios, sin estar contaminado por los «lideres» de la supuesta oposición o G4.
Esas multitudinarias marchas o protestas en todos los estratos del país, que han sido sin ayuda de ningún transporte, sino de pura espontaneidad del común del pueblo, quienes a pesar de las amenazas de los terroristas de la narcotirania, no han podido impedir dichas manifestaciones, las cuales hay que seguir apoyando de cualquier forma.
En estos primeros días del año otro acontecimiento que no debemos perder de vista fue el innegable culillo de Nicolás Maduro al no asistir a la cumbre en Argentina lo que se puede catalogar como un gran triunfo ya que a los narcotiranos como él, cada día se les cierra el círculo países cómplices ,en este caso el presidente de la Argentina es un gran incondicional de Nicolás Maduro y sin embargo no se impuso y tuvo miedo a la justicia de dicho país a sabiendas de que teníamos un precedente cuando el capo Diosdado Cabello el año pasado fue a Bolivia e intentó llegar a la Argentina y no se atrevió pues ya le tenían una orden de aprehensión, de esas que le encanta ordenar a él.
El caso es que la Constitución de la República Argentina en su artículo 118 establece algo muy importante para los que han cometido crímenes universales. Ese artículo le da facultades a la justicia, jurisdicción universal, o sea, que si lo podrían detener y obviamente se inventó una narrativa de víctima alegando que lo iban a agredir.
Desde la cárcel del exilio observo que así arranca este año, con esos altibajos que hacen que el tirano y su red narcocriminal arremeta en sus acciones de tortura, secuestro y violación de derechos humanos ante la impotencia de no poder evitar las protestas y a pesar del guiño de ojo del gobierno norteamericano complaciendoles sus peticiones, otros países les cercan su atrevimiento de pisar sus países libremente a pesar de ser acusados con pruebas infinitas de ser autores de crímenes de lesa humanidad y tener orden de captura internacional.
Buenos augurios, a pesar de esta tan larga agonia por nuestra libertad. No me cansaré de escribir que a esos narcocriminales les llegará la hora y si Dios los permite, será más temprano que tarde, sigo enfrentándolos , sin pausa y con lo único que me queda LA PLUMA Y LA PALABRA.
José Gregorio Briceño Torrealba
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