(07 de mayo del 2024. El Venezolano).- Llegan las horas de los balances y aparecen los días más apasionantes de todo proceso electoral histórico. En los balances sin egoísmos y sin malas intenciones hay que reconocer el papel de María Corina Machado y el rol decisivo de Manuel Rosales.
Ella reactivando las emociones de calle y él salvando la ruta electoral. María Corina poniendo el pellejo por el interior del país y Manuel haciendo posible la unidad cuando todo parecía perdido. Son dos líderes de estilos casi antagónicos.
Ella desde el 2014 promovió la abstención como una fórmula para debilitar al régimen y fue una de las articuladoras de las famosas guarimbas. Además, se le vio solicitar la intervención de fuerzas extranjeras y respaldó las sanciones.
Él ha sido un defensor del voto porque, asegura, que cuando se organizan los testigos y los movilizadores no hay trampas que valgan, razón por la cual ha derrotado 5 veces al chavismo. Igualmente, ha sido categórico en rechazar las sanciones y en oponerse a los llamados a intervenciones militares.
Aún hoy lo son. María y Manuel se aferran a sus convicciones. Ella proclama que cuando el régimen sea derrotado habrá que enjuiciar sin demora a quienes hoy tienen historial delictivo desde el poder civil y militar.
Él se decanta por la negociación y el diálogo como vía certera para concretar la transición. En las redes sociales también son antagónicos.
Ella cuenta con cañones para calificar de gobiernero a Rosales y se ha visto indiferente cuando al zuliano lo han llevado al paredón de fusilamiento mediático. Él carece de ese tipo de bazucas mediáticas y pocas veces se defiende de las cayapas. Su objetivo es cuidar la unidad aún cuando sufra el fuego de la metralla digital a cargo de conocidos laboratorios.
Sin embargo, a pesar de ser antagónicos es imposible no reconocer que son los dos líderes más importantes de la alternativa democrática en Venezuela.
María Corina anda de giras con un pendón de Edmundo González llamando a votar en la tarjeta de la manito y, aunque para nada menciona a UNT ni a MPV, se valora que afronta riesgos y que le persiguen a su equipo de Vente Venezuela.
Rosales y su partido sí difunden las tres opciones para votar, colocando en las promociones las tarjetas de la MUD, UNT y MPV. Además, como gobernador ya comenzó a llevar leña de Maduro y Diosdado a través de la maquinaria comunicacional pagada por los todos los venezolanos.
A lo lejos se observa que el gobierno de los Estados Unidos respeta ambos liderazgos opositores y apuesta por un desenlace pacífico el 28 de julio.
Ahora bien:
Llegan los días más apasionantes.
Son los días de encuestas, programas de opinión, etiquetas en redes; adivinos, mánagers de tribuna, saltos de talanquera, traiciones, cadenas de Whatsaap, trapos rojos, manipulaciones, divulgación de audios, escraches, insultos y demás condimentos.
Días en que muchos cuentan los pollos antes de nacer y hasta reparten cargos futuros.
A 80 días de la elección las cartas están echadas. Es Maduro para otros seis años o González Urrutia para el final de la pesadilla. Por los vientos que soplan todo parece indicar que estamos a 80 días de la gloria.