(22 de marzo del 2022. El Venezolano).- Miles de ciudadanos latinoamericanos se apresuraron a tratar de conseguir un pasaporte de la Unión Europea, primero en España y luego en Portugal, al intentar demostrar tener origen sefardí, adhiriéndose a una norma que más de 500 años después les reintegraba la posibilidad de regresar a la tierra de sus antepasados y adquirir la nacionalidad española o portuguesa a los judíos expulsados de España, expulsión ordenada en 1492, en Castilla y en Aragón, por los Reyes Católicos mediante el Edicto de Granada, con la finalidad, según el decreto, de impedir que siguieran influyendo en los cristianos nuevos para que estos se judaizaran.
Sobre el tema se han dicho muchas cosas en los medios de comunicación. La obtención del pasaporte en España y Portugal fue convertida en un negocio en países como Venezuela o Colombia, en el que los solicitantes de los pasaportes intentaron conseguir certificados e historias genealógicas, mediante expertos genealogistas y rabinos, que se encargarían de certificar la adhesión de sus contratantes a comunidades descendientes de sefardíes.
Algunos de los venezolanos solicitantes acudieron a un rabino en Nuevo México, Estados Unidos, pues en Venezuela se les hacía muy costoso certificar su origen sefardí, a través de un rabino en Caracas.
Pero el tema de los certificados de Nuevo México hizo estallar un escándalo en España, en el que hubo aprehendidos, se revocaron pasaportes y se cancelaron nacionalizaciones. El asunto fue de tales proporciones que se dictó una medida, en la que se estableció que los certificados de Nuevo México no eran válidos para tramitar el pasaporte español.
Nueva Prensa América, reseñó que los certificados expedidos por el rabino en Nuevo México, eran menos costosos y más fáciles de obtener. Fue así que el jefe espiritual de Nuevo México recibió un alto volumen de solicitudes de certificaciones que fueron aprobadas.
Un bufete en España, con actividad en la isla de Mallorca, reunió a un número importante de clientes en Colombia, muchos de ellos personas adineradas, a quienes les cobró fuertes sumas de dinero por tramitarles el pasaporte sefardí. Pero fueron ofrecidas explicaciones inverosímiles para justificar que muchas de las nuevas solicitudes realizadas por el bufete habían sido denegadas, luego que las primeras sí fueran aprobadas. Cuando esas primeras solicitudes recibieron la aprobación, todavía el sistema y las autoridades españolas no habían detectado irregularidades en el proceso, pero al percatarse, el proceso fue temporalmente suspendido y posteriormente se empezaron a establecer requisitos más rigurosos.
Finalmente el bufete español no consiguió que se le concediera el pasaporte sefardí a muchos de sus clientes. Varios de los aspirantes a la obtención del documento decidieron apelar, al ser rechazadas sus solicitudes, mientras que otros perdieron el dinero invertido intentando completar el proceso, entre otras situaciones particulares.
En algunas ciudades de Colombia, como Barranquilla, el tema fue visto con humor, pues se decía que en el Country Club y en clubes acostumbrados a congregar a colombianos de clase pudiente, había más judíos qué en el propio Estado de Israel, en vista que muchos de esos ciudadanos corrieron hasta el bufete de Mallorca, ansiosos de obtener el pasaporte español, argumentando tener origen sefardí.
Cuando los trámites se complicaron en España, se impusieron nuevas restricciones y finalizó el lapso para efectuar las solicitudes, varios de los solicitantes intentaron que se les reconociera el origen sefardí en Portugal, trasladando sus peticiones a la región de Madeira y a la ciudad de Lisboa, donde había empezado un nuevo proceso de entrega de los pasaportes. Pero al igual que en España, en Portugal empezaron a surgir nuevas dudas y se detectaron irregularidades que entorpecieron el proceso.
Grupos de gestores venezolanos, de origen judío, que operan en Caracas, la Ciudad de Panamá y Madrid, ofrecieron a los solicitantes una rápida aprobación, asegurando tener control de funcionarios públicos y notarios, primero en la capital española y meses después en Portugal.
En el caso de Portugal han sido tales las irregularidades, que recientemente fue detenido un rabino que se encargaba de emitir las certificaciones. El jefe religioso había tenido éxito con las primeras certificaciones concedidas, que consiguieron la aprobación de pasaportes para los solicitantes. La detención del rabino se produjo luego que quedara evidenciado que una de las certificaciones otorgadas correspondía a Román Abramóvich, propietario del club de fútbol inglés Chelsea, quien tras la invasión militar rusa a Ucrania, luego de ser sancionado por la Unión Europea, por ser uno de los oligarcas rusos próximos al Gobierno de Vladimir Putin, se ha visto obligado a vender el equipo.
A finales de 2021 se conoció que Abramóvich posee pasaporte portugués y desde al menos 2018 se conoce que posee la ciudadanía israelí.
Rabino detenido
La policía portuguesa indicó el sábado 12 de marzo que un rabino fue detenido en la ciudad de Porto en medio de reportes de una pesquisa sobre la manera en que el magnate ruso Roman Abramóvich obtuvo la nacionalidad portuguesa.
La Policía Judicial de Portugal confirmó la detención del rabino Daniel Litvak después que el arresto fuera publicado por el periódico Publico. La Policía no especificó el día en que el rabino fue arrestado, que de acuerdo con medios locales ocurrió el jueves 10 de marzo, reseñó AP.
Abramóvich recibió la ciudadanía portuguesa en 2021 gracias a una ley que ofrece naturalizar a descendientes de judíos sefardíes que fueron obligados a abandonar la península ibérica hace siglos.
Medios portugueses reportaron que Litvak está siendo investigado por cargos de corrupción por presuntamente proporcionar papeleo ilícito para algunos solicitantes que trataron de sacar provecho de la oportunidad de obtener la ciudadanía.
Al igual que otros oligarcas con lazos estrechos con el presidente ruso Vladimir Putin, Abramóvich ha sido blanco de sanciones por la invasión rusa a Ucrania. Abramóvich, de 55 años, fue descalificado como dueño del club Chelsea, de la Liga Premier y actual ganador del Mundial de Clubes.