(21 de enero del 2022. El Venezolano).- Venezuela y Colombia comparten 2.200 kilómetros de frontera con accesos en su mayoría fáciles, lo que ha permitido por años el desplazamiento de ciudadanos de ambas naciones.
Hoy, la preocupación se centra en Arauca, no solo por el avance de las disidencias de las FARC y del ELN sino porque del lado venezolano, además de estos grupos, militares rusos estarían realizando labores de espionaje al vecino país.
El Centro para una Sociedad Libre Segura (SFS), en exclusiva para El Tiempo, detalló cómo militares rusos apostados en Arauca estarían vigilando a Colombia, representando un tema de cuidado y que debe ser observado por la inteligencia colombiana, la misma que la semana pasada confirmó que la presencia de las tropas de Vladimir Putin se extendía hacia los bordes con Venezuela.
Hay un sistema de radares como el P18 que son radares móviles que se encontraban del lado de los estados Táchira y Zulia con largo alcance y que hace poco fue trasladado a Apure, comenta a este diario Joseph Humire, director ejecutivo del SFS.
Arauca podría convertirse en el epicentro
“También sabemos que se le han dado los aviones no tripulados a Maduro, Orlan 10, que son los mismos equipos que Rusia utilizaba en Siria, Libia y Ucrania”, agrega el experto en crimen transregional.
Con este panorama, Arauca podría convertirse en el epicentro no solo de un conflicto entre Colombia y Venezuela, sino una muestra de poder ruso frente a Estados Unidos cuyo principal aliado en la región es Colombia.
Desde el año pasado, las FARC y el ELN se han enfrentado en Apure, territorio venezolano. El año 2022 comenzó con la muerte de 23 personas y los enfrentamientos no han parado. Incluso, la noche de este 19 de enero estalló un carro bomba en el Arauca colombiano.
La administración de Nicolás Maduro ha sido reservada en cuanto a las opiniones sobre el tema y ha señalado que la mayoría de los enfrentamientos son del lado colombiano. Para Humire, el mandatario chavista “está manipulando este conflicto” porque pudiera ser un pretexto para solicitar mayor presencia militar de aliados externos.