(20 de octubre del 2021. El Venezolano).- Camilla Fabri, esposa del empresario colombiano Alex Saab, negó el martes que el gobierno de Nicolás Maduro la esté usando para que su supuesto embajador no colabore con las autoridades de Estados Unidos sobre los negocios que logró en Venezuela.
La modelo italiana, quien apareció el domingo en la plaza Bolívar de Caracas pidiendo la liberación de su esposo, respondió en Twitter a una publicación de la revista colombiana Semana, en la que se aseguró que Maduro “la tiene en sus manos” a ella y a sus hijas para presionar a Saab.
Con un lenguaje propio de los sectores del chavismo, Fabri escribió en la red social:
“Señores de la revista Semana, no me extraña que sus titiriteros, sus dueños reales, los pongan a decir semejante locura. Solo imaginable en la mente de gente torcida acostumbrada a comportarse como matones. Estoy en casa, en Venezuela, al calor del amor a mi esposo que nos acerca a él”, aseguró.
Posee información clasificada
Saab estuvo preso en Cabo Verde desde junio de 2020 hasta el 16 de octubre pasado, cuando finalmente lo extraditaron a Estados Unidos. El proceso duró más de un año porque el chavismo dilató hasta acabar todos los recursos legales disponibles para evitar que el hombre abordara el avión del Departamento de Justicia.
La justicia estadounidense le imputa ocho delitos relacionados con el lavado de dinero y, de hallarse culpable, podría cumplir una condena de hasta 20 años de cárcel. Pero Saab no tiene una posición fácil: en su contra pesa una fuerte advertencia que el gobierno chavista le hizo en julio del año pasado, un mes después de que lo detuvieron.
Una carta suscrita por Jorge Arreaza, en ese momento ministro de Relaciones Exteriores de Nicolás Maduro, reveló que el empresario colombiano maneja información clasificada sobre Venezuela. En el texto, fechado el primero de julio de 2020, le informaron de un proceso penal en su contra o sanciones en Venezuela si no mantiene en secreto sus relaciones con el chavismo.
“Como sabe, la República de Cabo Verde ha recibido una solicitud de extradición de Estados Unidos. Esto era de esperar y ahora debe centrar su atención en defender por todos los medios posibles este atroz ejemplo de extraterritorialidad judicial por parte del gobierno de Donald Trump. Sabemos que la lucha será dura, pero el presidente confía en que usted prevalecerá”, manifestó Arreaza en la misiva.
“Lo presionarán por cualquier método”
El documento formó parte de una moción que la defensa del empresario colombiano presentó ante el Tribunal de Florida, Estados Unidos, que lo acusó en 2019 de lavado de dinero y que motivó a la activación de la alerta roja de Interpol.
“Dada su condición de enviado especial de Venezuela, estoy en el deber de recordarle que la política exterior del Estado venezolano forma parte de los planes integrales en materia de seguridad y defensa. En el anterior sentido, y en atención a las actividades que le encomendaron, está usted en posesión de información considerada clasificada. Tenemos razones bien fundadas para estimar que, en caso de que lo extraditen a Estados Unidos, lo presionarán por cualquier método, legítimo o no, para la revelación de dicha información, lo que supondría un gran riesgo para nuestro país”, agregó.
Según Washington, Saab dirigía una amplia red para desviar fondos del programa de venta de alimentos subsidiados en Venezuela. El empresario colombiano habría transferido 350 millones de dólares desde el país a cuentas en Estados Unidos y otros países.
“No tengo nada que colaborar”
Saab enfrentará el proceso en su contra con dignidad y no tiene nada que colaborar con Estados Unidos. Así lo afirmó el empresario según una carta leída el domingo por su esposa en Caracas, en una concentración organizada por el gobierno venezolano.
“Enfrentaré el juicio con total dignidad. Deseo dejar claro que no tengo nada que colaborar con Estados Unidos, no he cometido ningún delito. Declaro que estoy en pleno uso de mi razón, que no soy suicida, por si acaso me asesinan y dicen que me suicidé”, manifestó Saab en voz de Camilla Fabri.