(12 de junio del 2021. El Venezolano).- El cierre de escuelas por más de un año aunado a la crisis económica que experimenta Venezuela desde hace años impulsaron un aumento en los casos de trabajo infantil, incluso de aquellas tareas que están al margen de la ley.
Señala la web de la Voz de América (VOA) que, por ejemplo, un adolescente llamado Moisés espera la luz roja del semáforo en la avenida Francisco de Miranda, en Caracas, para ofrecerse a limpiar los parabrisas de los autos a cambio de lo que el conductor desee darle: un billete de un dólar, algunos bolívares o algo de comida.
Moisés agita los brazos, muestra su botella con agua y jabón y el cepillo al grito de “Ayúdame. No he desayunado”. No recibe nada aún, pero lo toma con paciencia, porque permanecerá las horas necesarias hasta conseguir lo que considere suficiente para marcharse. Logra reunir 15 dólares a la semana. En ocasiones, le pagan con naranjas, mandarinas, bananas, galletas o cualquier alimento.
“Salgo para la calle a ver qué hago, porque en mi casa no hay comida. Y a ver si hago real para comprarme unos zapatos, ropa, porque no tengo”, cuenta el adolescente de 14 años, que dejó el colegio para ayudar a su mamá a buscar ingresos para cubrir sus necesidades. Asegura querer estudiar porque “yo no quiero estar limpiando vidrios, porque no quiero estar más en esta situación, más bien yo quiero trabajar un trabajo normal, donde me paguen y yo pueda comprarme las cosas”.
Como él, otros niños y adolescentes se lanzan sobre los carros en una zona comercial del oeste de la capital venezolana con el mismo objetivo.
Aumento del trabajo infantil
A finales del año pasado, la organización World Vision reveló que el trabajo infantil en Caracas aumentó 20%, producto de la pandemia, pero la organización defensora de derechos de la infancia Cecodap, alerta que esta cifra podría resultar mayor, pues señalan que constituye una realidad que no se denuncia.
“¿Qué hemos identificado? Niños en actividades mineras, formas de esclavitud sexual, servidumbre, trabajo servil, cargadores de combustible”, advierte el abogado Carlos Trapani, coordinador de Cecodap.
El Gobierno de Nicolás Maduro afirma condenar las prácticas de explotación infantil, que califica como “práctica opresora del sistema neoliberal”. La legislación venezolana permite el empleo de menores de edad, mientras haya un equilibrio entre recreación y educación. Sin embargo, Trapani lamenta que en el país se registren “peores formas de trabajo infantil”.
“Cuando vemos a un niño limpiando vidrios en una esquina se refleja la profunda crisis pero también cómo los mecanismos de protección, y sobre todo de prevención, fallaron”, señala.
Cecodap también alerta que el trabajo no regulado por la ley pone en riesgo al adolescente de terminar captado por criminales y alejado del sistema escolar. De acuerdo con cifras de Unicef, al menos un millón de niños en el país no tienen acceso a la educación.
Con información de VOA.