(23 de febrero del 2021. El Venezolano).- El número de personas que abandonan el país sigue creciendo. Muchos venezolanos que cumplirían con los criterios para ser reconocidos como refugiados no piden protección internacional a través de los procedimientos de asilo y, en cambio, escogen otras formas ilegales de estadía en los países anfitriones. Por su parte, quienes optan por pedir el asilo se enfrentan a los rígidos sistemas jurídicos de cada país, que en la mayoría de los casos rechazan las solicitudes.
Es el caso de Países Bajos un país que ha acogido a más de 2 millones de inmigrantes, lo que supone 13% de su población, y en el que en los últimos cuatro años han admitido 17,03% de las solicitudes de ciudadanos venezolanos.
Los connacionales califican de injusta la negación del asilo porque aseguran que las autoridades neerlandensas están predispuestas a rechazarlos, a no creer en sus argumentos y, además, toman como ciertas las noticias del régimen sobre la realidad del país que hacen ver en los medios oficialistas, por lo que han negado el asilo a más de 70% de los venezolanos en los últimos años.
Solicitudes de asilo
La cifra de solicitudes de asilo de venezolanos en Países Bajos no es alta. Solo de 2017 a 2020 se registraron 410 solicitudes, de las cuales 310 fueron rechazadas (77,59%), 70 aprobadas (17,03%) y 30 están por definir (5,36%).
Osmelia Perdomo, una venezolana oriunda del estado Carabobo, cumplió, junto con su hija de 12 años de edad, dos años y medio de haber llegado a Holanda, de pedir el asilo y de estar viviendo en un refugio. Pero aún deben esperar.
Cuenta que aunque lleguen miles de solicitudes para obtener todos el beneficio, el proceso no es el mismo para todo el mundo. Esto puede tardar años y es bastante engorroso.
“Son varias entrevistas las que se presentan, pero las importantes son las de migración, que para esas uno espera uno o dos años. De verdad que es una situación bastante frustrante”, asegura.
“Si yo hubiese tenido la información que tengo ahora, yo no vengo a Holanda. Siento que he perdido más de dos años de vida aquí porque estamos muy limitados. El proceso es demasiado engorroso. Vivimos en una inestabilidad total, es muy difícil”, añade.