(13 de noviembre del 2020. El Venezolano).- Hace unas cuantas semanas escribí un artículo sobre el grave problema del hambre que este desalmado y comunista régimen de Nicolás Maduro ha creado en Venezuela, basado en un informe general presentado por la Encuesta Nacional de Condiciones de vida (Encovi) promovido por la prestigiosa Universidad Católica Andrés Bello y en el cual participan otras notables instituciones.
Decía en ese entonces que el hambre andaba con el moño suelto al leer las escalofriantes cifras que sobre desnutrición infantil y hambre generalizada descargaba el importante análisis de Encovi y advertía las consecuencias nefastas sobre el futuro del país al saber que cerca de un cuarenta por ciento de infantes padecen desnutrición crónica por la falta de proteínas que le aportan las carnes y otros productos como la leche y granos que hoy día no están al alcance de la gran mayoría de los venezolanos porque la revolución no sólo convirtió en añicos los ingresos que un trabajador devenga mensual o semanalmente por su trabajo, sino por el desempleo que cada día que pasa aumenta exponencialmente.
Este miércoles 11 del corriente, Encovi ha presentado un informe sobre el estado Bolívar, ese inmenso territorio donde se encuentran enclavadas las industrias básicas del país, domicilio de la central Hidroeléctrica de El Gurim, de donde extraen minerales estratégicos y otros muy valiosos también como el oro, donde quedan reflejados los graves problemas de mortalidad infantil, alimentación, trabajo y pobreza de las zonas rurales de esa importante entidad geográfica de Venezuela..
Causa escalofríos leer que casi 96 por ciento de los pobladores bolivarenses viven en condiciones de pobreza y 67 por ciento, casi siete de cada diez ciudadanos, se mantienen en índices de pobreza extrema.
Datos como que los municipios Sucre (88.6%), Cedeño (82.1%), Padre Pedro Chien (82.3%) y Sifontes (81.6%) son los que presentan mayor inseguridad alimentaria moderada y severa que alcanza en todo el estado al 61 por ciento de la población. Esto es igual a que por cada millón de habitantes, 610 mil pasan el hambre hereje., lo cual también significa que una persona no puede comprar los alimentos completos (hambre moderada) o que un adulto o un menor de 18 años pasó todo el día sin probar un bocado de comida (hambre severa).
Otro dato crudo de la encuesta Encovi y que tiene que dar vergüenza a estos vándalos que desgobiernan y destruyen a Venezuela es el que tiene que ver con la mortalidad infantil , que de alguna manera viene ligada al problema del hambre porque un cuerpecito desnutrido es victima fácil de las enfermedades que llaman oportunistas que terminan minando su existencia.
Pues, señores, la tasa de mortalidad infantil en Venezuela es de un 25 por cada mil, mientras en un país como Costa Rica, sin los recursos que tiene el nuestro, es de diez por mil, pero en los países que llaman desarrollados es apenas de un dos por cada mil. Da mucha arrechera saber que Venezuela, si hubiera invertido una pequeña cantidad de los dos billones de dólares que recibió en estos más de veinte años de latrocinio y asalto revolucionario en materia de garantizar salud a sus habitantes y en desarrollar la agricultura y demás medios de producción de alimentos para su población, de todas las edades, no tenía por qué presentar estas tristes y lamentables estadísticas que son una vergüenza para esta revolución de abigeos, forajidos y depredadores de las riquezas que eran de todo el pueblo venezolano y de la manera más olímpica la devastaron, las robaron y las regalaron con los fines más inconfesables.
Al mismo tiempo, el Observatorio Venezolano de Finanzas de la muy legítima Asamblea Nacional de Venezuela, da a conocer otro estudio según el cual una familia venezolana que se quiera comer un pedazo de carne en el almuerzo tiene que disponer de 4.4 dólares que es el precio actual de ese importante rubro de la dieta, mientras el salario mensual mínimo, tomando como punto de partida el más reciente aumentado por Maduro, no llega a tres dólares.
Y poco a poco este informe va detallando decenas de productos de la dieta diaria cuyos precios no se pueden adquirir con el salario mínimo. Este último aumento de sueldo no le dio tiempo a la hiperinflación de devorarlo, ya venía descuartizado.